Hace unos días la gente en casa va llegando con unas cajas de cartón, y sacan cosas chulis de dentro.
Hoy ha sido mi dueño, el que ha llegado con una de esas cajas. Y la ha dejado en la sala de estar. Ya podéis imaginar, ¿no? El rey cotilla se ha puesto en acción.
La verdad es que vista así de cerca, es bastante grande. No sé como podré abrirla. Alejop! Y de un brinco me planto arriba. Menos mal, que estas semanas no me han dado tantos flaMs, y me noto más ligero, no me pesa tanto el culo. Al menos alguna cosa positiva tendrá el no comer flaMs.
Buenooooo. Sí que hay cosas aquí dentro, pero no sé cómo sacarlas, pesa bastante. Piensa Travis, piensa.
Tic, tac, tic Tac.
Ya sé, la típica estrategia de volcar la caja, y rezar para que no se rompa nada para que no me castiguen.
Yupi. Conseguido. Y sin romper nada. Que os creíais, ¿que no sería capaz?
Bueno, botellas de licor, turrones, conservas….
Puag! Que birria de caja, ni un solo flaM y ya no digamos ni una simple triste caja de galletas de canela.
P.D
Me han dicho que esto se llama “lote de Navidad” o “aguinaldo”, y que se suele dar en los sitios de trabajo a la gente que trabaja allí. ¡Coñe! Yo trabajo en casa, vigilo a los peluches, hago las camas, pongo bien las almohadas,…
¡EXIGO MI LOTE DE NAVIDAD!
¡YA!
¡Y CON UN FLAM!
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