OTRO BAÑO... PERO ESTA VEZ EL COCHE.


Hola. Muy buen día.
Este fin de semana no es que haya sido muy bueno. Mi intención era hablaros de la Flashmob que hubo en Reus, pero no voy a hacerlo. A mi estas cosas me gustan y además estuve allí, pero aunque se puso mucho empeño e ilusión, la verdad no quedó muy bien, quizá es debido a que es la primera que se hacía y los organizadores son un poco novatos y la verdad aunque no supieses que iba a hacerse la flashmob, entre las cámaras de televisión (que a mi entender no debían de estar tan visibles) como a la falta de disimulo de los participantes como de los amigos y familiares, ya se sospechaba que allí iba a pasar algo, y se masificó demasiado el espacio, cosa que provoco que la gente que no estaba desde el principio tuviera problemas para incorporarse y lo peor de todo, es que debido a esta masificación y poco respeto, mi Chikipipi se hizo muchichísimo daño. No podrá andar durante bastantes días. Bueno decía que no quería hablar y al final ya hago como mi dueño y me pongo a criticar. Solo deseo que espero que hagan otra, que nos los pasemos TODOS muy bien y se organice mejor. Y ya cambio de tema.
Ese mismo día por la mañana, mi dueño me dice… “Travis, ¿quieres salir a dar un paseo con el coche? Hacía un muy buen día y la verdad apetecía salir de casa.
Así que salimos, y se paró en una gasolinera a poner gasolina. Pero luego lleva al coche a un sitio detrás de la gasolinera, sale del coche y me dice, “ahora vengo Travis”. “Solo serán unos minutos, no salgas ni abras las ventanillas”. Me quedé un poco extrañado. Salto al asiento de atrás y de allí a la bandeja del portaequipajes, y veo como se saca del bolsillo un rectángulo negro y lo mete en una máquina.
Al momento se empieza a oír un estruendo. Todo el coche vibraba. Y de repente empieza a caer agua por todos lados. A ver, estaba muy nervioso, prácticamente solo hacía una semana que me había bañado y rezaba para que el coche no tuviera goteras.
El miedo me paralizo, no podía moverme de ahí. Después de que todo el coche quedara lleno de agua empezaron a rodar unos cepillos supergigantes que se frotaban por todo el coche. Todo este proceso fueron 5 minutos, que se me hicieron eternos y mi cuerpo seguía estando paralizado de terror.
Después para remate final, cuando parecía que ya ni salía agua y los cepillos se habían calmado, apareció otro cachivache gigante que disparaba aire, que iba secando el agua. Pero el estruendo era tal que mis orejitas temblaban.
Cuando ya terminó todo el estruendo y todo parecía en calma. Vi como mi dueño se acercaba al coche. Pero entonces toda la adrenalina que había acumulado se disparó y de un salto salté al asiento del conductor. Cerré el coche, puse el coche en marcha y salí disparado de allí, que miedo me hizo pasar mi dueño. Así que lo dejé allí para que aprendiera. Yo conduje hasta casa y me metí de un salto dentro de la cama. Cuando llegó mi dueño, le di un buen hocicazo. Para que aprenda. No puede dejarme dentro del coche cuando lo lava y menos sabiendo la fobia que tengo al agua.

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