Hola. Buenos días. ¿Cómo ha ido el fin de semana? Espero que la mayoría haya podido disfrutar de estos días de buen tiempo para ir a la playa o hacer excursiones.
Yo el sábado estuve en un centro comercial especializado en plantas y decoración. ¿Cómo acabé ahí? Por mi dueño. El sábado por la mañana salimos a comprar unas plantas para hacer un regalo a una prima. Pero por más vueltas que dimos no encontrábamos lo que buscamos. Y no era ni más ni menos que geranios. La idea era comprar unos geranios bonitos para que así la persona a la que hacíamos el regalo los pudiera poner en su balcón. Pero ya os decía, no había manera de encontrar en nuestra ciudad, y cuando los encontrábamos eran muy feos. Así… que derrotado, mi dueño se disponía a volver a casa. Pero yo que para estas cosas tengo más idea, le propuse mi idea. -¿Por qué no vamos a Jardiland? Allí podrás encontrar geranios chulos, y podemos comprar una maceta o algo bonito donde ponerlos.
Y así fue, nos fuimos a Jardiland. Yo estaba nervioso. Nunca había estado, solo lo conocía de haber oído hablar o por la página web. Y como ya sabéis que me gusta la jardinería, la verdad, me vino de perlas poder convencer a mi dueño para que me llevara.
Solo entrar allí, hay una sala enorme llena de plantas de interior, la mayoría naturales, luego hay un rinconcito con flores artificiales. Pero que chulo que es todo esto. No había visto tantas plantas juntas desde que era un cachorrín y vivía en mi pueblecito.
Bueno, dimos unas cuantas vueltas por todos lados, tambien hay una sección para decoraciones de casa y jardín, y había una gran hamaca expuesta, jejeje. ¿logico lo que hice no?
Cuando amablemente un empleado de ahí me dijo que mejor que no jugara con la hamaca y ya pensaba que lo habíamos visto todo, cruzamos unas puertas y en el exterior aún hay muchas más plantas. Que delicia pasear por ahí, y como huele todo de bien. Es una sensación muy agradable.
Al final encontré los geranios. Menos mal que fui yo, porque si no, mi dueño hubiera sido capaz de comprarle un cactus.
Luego le busque una jardinera chula y naturalmente tierra para plantarlo.
Mi dueño flipaba con el desparpajo que tenía eligiendo y comprando las cosas. Como se nota que es un dueño de ciudad. Poco conoce de plantas. Jejeje. Y así termino la mañana, pasando por caja y llevando las cosas al coche.
-¿Y así se lo vamos a regalar? – Me dijo mi dueño. Es que como regalo es un poco feo.
Que dueño tan tontín. Claro que no. Luego habrá que plantar los geranios en la jardinera y poner la tierra. Pero eso ya lo haremos en otro momento, ahora habrá que ir a casa y comer un poco. Estoy hambriento.
Hasta mañana.
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