PICA PICA EL MOSQUITO....

Buenos días. Hoy si que he despertado a gusto. ¡Por fin!
¿Qué por qué lo digo? Quizá es que aún no os lo he contado. Retrocedamos unos pocos días. Cuando me despertaba, estaba lleno de picaduras de mosquitos. Qué horror, entre poco estéticas que son y con lo que pican lo pasaba mal. Mi dueño me ponía una especie de pomada que aliviaba mucho. Pero luego llegaba la noche y ya de los nervios no pegaba ojo, todo el rato oía el zumbido del maldito mosquito. Le intentaba pegar pero nada, el tío se escapaba. Incluso en la desesperación le intentaba morder. Pero era muy hábil.
Intente por todos los medios darle caza, captura y si tanto se resistía… exterminarlo. Para ello me hice con el bote de matabichos y una pala de las moscas. A ver... ya sé que queda un poco raro un osito tan glamuroso como yo con una pala de las moscas en forma de zapatilla, pero es lo que hay, en casa mi dueño es un friki. Pero ni aún así pude con el mosquito.
Hasta que ayer por la tarde, en mi habitual ronda de “inspección“ por casa, descubría algo que me ha salvado la vida. Encima de la cama grande, la ideal para una sesión de volteretas, había una especie de pañuelo grande, muy vaporoso y fino. Y me vino esta idea a la cabeza. Que por cierto ha funcionado a la perfección. El mosquito no me ha picado más y yo no le molesto más. Que se busque otra víctima. Travis ha salido airoso y sin picaduras (eso es lo más importante). Un besito y hasta mañana.


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