Hola. Os pido perdón de nuevo por lo del viernes. Tuve que cambiarme rápido y asistir a una boda con mi dueño. Por primera vez en mi vida me puse una pajarita. Jeje. Estaba más guapo de lo normal.
La boda fue muy chula, al ladito mismo del mar. Toda la gente iba elegante, el césped lleno de pétalos de rosa… hasta me entraron ganas de casarme, pero aun soy muy joven, ya llegará ese día. Cuando terminó la ceremonia, los novios se fueron con el fotógrafo para hacer muchas fotos, mientras, los invitados nos quedamos por los jardines donde se celebraba la boda y nos sacaron unos aperitivos exquisitos.
Primero empezaron con lo típico, aceitunas, patatas, jamoncito, almendras tostadas…. Pero luego se fueron superando, melón con jamón, tostadas con salmón, queso con espinacas… y un no parar de pequeñas delicias. Más de hora y media de aperitivo.
Cuando llegaron los novios, poco a poco, la gente fue pasando al salón para empezar la cena. Si, si, con lo que habíamos ya comido yo podría cenar 3 veces, pero aun faltaba cenar.
Cuando la gente ya estaba dentro y no quedaba nadie, me acerqué al jardín donde se había celebrado la ceremonia para… ¡DAR VOLTERETAS! Llevaba todo el rato con ganas de hacerlas, pero me daba vergüenza, y seguro que mi dueño me habría reñid. Pero en ese momento ya no me veía nadie. Di unas cuantas, y para dentro. A ver que había de cenar.
Buffff. El menú era muy extenso. Langostinos con setas de melón y cóctel de marisco, “Suquet” de rape y lenguado con gambas, sorbete de cava, filete de ternera con salsa de setas, un postre que se llama Capricho (es el que pongo en la foto), tarta nupcial, café y licores.
Aunque algunos me llaman pequeñajo, sabed que cumplí con todo. Me lo comí todo, no dejé nada. Eso sí, el sábado no comí nada, solo un yogurt, y el resto del día durmiendo.
Bueno después de la comilona, empezó a sonar la música y ya todos nos pusimos a bailar. Horas y horas de celebración. Cuando ya eran las 3 de la mañana, la gente seguí bailando, pero yo vi que en algunos de los sofás había algún niño que ya no podía más, y decidí acercarme solo para comprobar que estaban bien. Solo fue poner las patitas en el sofá, me invadió el sueño y caí dormido. Ya no recuerdo más hasta que me desperté en mi camita.
Un besito. Y deseo que la semana os vaya muy bien.
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