Hola. Buenos días. Qué bien he dormido hoy. Será que no hace tanto calor por la noche, o que estos días estoy más cansado y me acabo durmiendo más fácilmente.
De todas formas, esta mañana, mientras estaba en la cama, he tenido una visita inesperada. Aun tenía los ojos medio cerrados, cuando he oído un zumbido extraño, suave, pero rápido y constante. No sabía de donde procedía, al final me he incorporado, y por más que miraba por la habitación no conseguía ver de donde procedía ese zumbido. Al final me he dado cuenta, el sonido provenía del techo. Había una especie de insecto gigante mutante que estaba volando por la habitación, debía haber entrado por la ventana y ahora no sabía salir y estaba asustado. La verdad es que yo también estaba asustado y estaba quieto y rígido como una estatua para que el bicho ese no me localizara. Al final, el insecto se ha detenido en una de las paredes y es cuando mi miedo ha desaparecido por completo, no era ningún insecto mutante gigante, era simplemente una pobre libélula. Qué guapa.
Rápidamente he ido a buscar todas las almohadas de casa, para poder ponerme a su nivel y poder verla de cerca.
Según una antigua tradición japonesa, las libélulas traen suerte. A ver si es verdad. Jejeje.
La he dejado tranquila, es completamente inofensiva para los humanos y osos de peluche, y son beneficiosas tener en casa, son depredadoras de mosquitos y moscas. Así que no les hagáis nada ¿vale?
Ahí estuvo descansando un rato en la pared y yo embobado mirandola. Luego, ya más tranquila, consiguió salir por la ventana.
Bueno, vuelvo a mis quehaceres habituales, voy a asearme un poco y a hacer la cama.
Un besito de libélula.
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