En casa somos todos y sin excepción unos tragones golosos. Mi dueño se pirra por todo lo dulce en general, yo… bueno por si alguien aún no se ha enterado me vuelven locuelo los flaMs, y el resto de ositos se chiflan por la gelatina.
Pues ayer por la noche, durante la cena, nos dimos cuenta que se habían acabado los flaMmms, así que todos comimos gelatina de postre, y esta mañana, al preparar el desayuno me he dado cuenta que no había nada de gelatina. Aish, teníamos previsto ir a comprar mañana, y hoy los ositos no tendrían gelatina para postre.
Como ya sabéis, suelo ser un osito previsor para este tipo de emergencias, y tenía un sobre de gelatina de fresa para preparar. Así que dicho y hecho, me pongo el delantal (hoy si) mi gorro de chef y a preparar gelatina, que es muy fácil y rápido.
Ponemos a calentar ¼ de litro de agua. Esperamos a que empiece a hervir. Vertimos todo el contenido del sobre y mezclamos bien hasta que se disuelva por completo. Paramos el fuego.
Ahora añadimos ¼ de litro más de agua, pero esta vez fría. Lo mezclamos bien.
Y ahora solo queda ir llenando los recipientes con la gelatina, que aun es líquida.
Colocamos los recipientes en la nevera. Y al cabo de unas horas… ñam, ñam, ya tenemos gelatina de fresa lista para tomar.
Que poco cuesta hacer felices a los ositos. Al menos hoy, hemos salido del apuro, mañana ya compraremos gelatina.
Un hociquito para todos y hoy en especial para mi amiguito Diego que cumple años, ya se está haciendo mayor.
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