GRANADA

Hola. Un hociquito.

Hoy estoy bastante contento, no sé, ya os lo he comentado muchas veces, hay días que estoy más mimoso y cualquier pequeña cosita cotidiana me pone de muy buen humor.

Bien es cierto que cuando llega el otoño todo empieza a ponerse más triste, la mayoría de árboles pierden sus hojas, empieza a hacer más frio, oscurece más temprano… pero también llegan algunas de las frutas que a mí más me gustan. Jejeje. No solo como flaMs, me encanta la fruta. Y precisamente ahora en otoño es la temporada de dos de mis tres frutas preferidas, la granada y la mandarina.

Y justamente ayer por la tarde mi dueño me trajo una granada. Mmmm. Ya me rechupeteaba las patitas solo imaginando como la iba a preparar.

Al final como me la comí para cenar, decidí preparármela con un poquito de vino. Jejeje. ¿Qué pasa? No tenía que conducir. Solo tenía que ver la tele.

Así que con paciencia, eso sí, desde que parto la granada hasta que saco todas las semillas esas puede pasar media hora. Eso sí, con mucho cuidado de no manchar. La granada mancha muchichísimo, y si me llego a manchar, me tendrían que bañar y mucho rato, y… grrrrr. Se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo.

Bueno una vez tuve el bol lleno con la semillas, le pongo un poco de azúcar, un poquito de vino y lo mezclo todo. Mmmmmmm. Riquisísimo.

Qué bien cené ayer por la noche. Hay más formas de comerla, pero ya otro día que me traigan otra os lo cuento.

Mmmm. Un momento. ¿Qué es ese olor?.... huele a…. ¡sí!, huele a mandarina. Mi dueño debe haber traído mandarinas. Bueno chicos, os dejo, voy a “inspeccionar” las mandarinas.

Hasta mañana

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