BODA EN ZARAGOZA

Hola amigos.

Este fin de semana hemos tenido otra boda. Pero esta vez no asistí. No sé, llamadme tímido, pero no conocía a nadie de la boda, así que preferí no ir.

Aún así, si que acompañé a mi dueño. La boda era en Zaragoza, así que preparé mi bolsa de transporte y cuando se iba mi dueño, me planté delante de él. Puse cara amenazante. Nuestras miradas se cruzaron durante lo que parecieron horas. Era un duelo de miradas amenazantes. Y sabed que a este juego siempre gano yo. Una vez se rindió, y asintió. Eso quería decir que me llevaría. Me coloqué cómodamente en la bolsa de transporte y empezó el viaje.

 Como mi dueño no puede conducir aún, viajamos en autobús hasta la estación. Fue mi primer viaje en autobús. Recorrimos el mismo trayecto que hacemos otras veces salvo que esta vez, tanto mi dueño como yo íbamos de pasajeros. Puntualmente llegamos a la estación de tren. Tan puntualmente que tuvimos que esperar a que saliera el tren. Incluso tuve tiempo de desayunar.

El viaje fue muy rápido, en apenas menos de una hora y media llegamos a Zaragoza.

Una vez en casa, me instalé rápidamente, me puse cómodo y descansar. Una vez todos se pusieron guapísimos, se marcharon a la boda. Una vez solito en casa, encendí el ordenador, me puse los cascos…y ¡¡¡¡a jugar!!!!

Me pasó la tarde rapidísimamente, después de cenar, jugué un ratillo más, pero esta vez a la PSP.

 Y ya cuando noté que los ojitos se me cerraban, apagué la PSP, me arropé en la camita y dormí. Tan profundamente dormía que no me enteré cuando llegaron de la boda. Solo sé que me desperté hacia las 6 a hacer pipí, y vi que ya estaban ahí, durmiendo. Me quedé tranquilo, si a esa hora no hubieran estado en casa, no me habría quedado tranquilo. Luego volví a dormirme. Y ya no me enteré de nada más hasta que empecé a oír hablar por la casa. Ya se estaban despertando todos y estaban viendo la carrera de F1. Que pesa que no ganase Alonso. Pero yo si saqué algo bueno. Me regalaron una corbata de recuerdo de la boda. Es la primera vez que llevo una corbata.

Por la tarde recogimos nuestras cosas y volvimos a casa. Pero hubo un pequeño problema… cuando llegamos a Reus, hacía un poco de frio. “Me pondré la chaqueta” – me dije. Miré en mi bolsa y…. ¡no estaba! Había perdido mi chaqueta. Brrrr. Menos mal que mi dueño tenía un jersey de forro polar, lo puse dentro de la bolsa y me abrigué como si fuera una mantita.

Bueno amigos… si veis una cazadora marrón, tipo cazadora de piloto con cuello afelpado de color blanco y de talla Travis, es mía. Ofrezco recompensa.

Un hociquito esperanzador.

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