BELÉN PLAYMOBIL 2010

Hola. El “tió de Nadal” está comiendo mucho. Es un poco tímido para comer, le pongo la comida en el plato y mientras estoy por allí no come, me mira, yo le miro, y ahí nos quedamos. Pero cuando me voy de allí al cabo de un rato ya ha comido. Primero estaba un poco preocupado, pero mi dueño me explicó que es normal, el “tió de Nadal” siempre come solo. Mientras me vaya encontrando las pieles de fruta estoy tranquilo, va comiendo con normalidad.

Bueno, ya tengo mi “tió de Nadal” pero… ¿y el Belén? Ya casi estamos a Navidad y el Belén por hacer, y por lo visto, si no me pongo yo a hacerlo no se hará. Así que patitas a la obra.

El belén como ya visteis el año pasado es un Belén Playmobil, pero después de ver tantos Belenes tradicionales el día que fuimos a Tarragona, me ha picado un poco el gusanillo y he hecho un portal de belén artesanal, no es tan chulo, vamos si se parece a los que vimos pero al decidirme en el último momento no ha habido tiempo para más, una madera, un poco corcho, pintura marrón, cola blanca y aquí está el resultado.

Luego poner unas maderas que me servirán de base para poner todo el belén encima y empezar a pensar como distribuiré las decoraciones.

Ah, las luces. No sé cómo pasa, pero cada año me quedo enredado con los cables estos. ¡qué lata!

Bueno, ya estoy desenredado, ahora ya pongo las luces, los arbolitos, el portal, el papel que forra las maderas de fondo… ¡Eh! Eso ya empieza a tomar forma. Jejeje.

Ahora pongo la arena para el suelo. Este año he utilizado varios colorines, ya se que no es realista, pero me ha gustado más así.

Ahora ya empiezo a poner las figuritas. Y así como el año pasado solo tenía 1 camello para los tres reyes, este año tengo ya uno para cada uno, jejeje, aumento de presupuesto. Si os acordáis son las figuritas que compré en la feria Playmobil de este año.

Veis… aquí ya están los Reyes, cada uno con su camello,.

Y este ya es el aspecto definitivo del Belén Playmobil de este año.

Chulisísimo. ¡Y lo he hecho yo! Con mis patitas.

Bueno amigos, ya solo quedan cuatro días para Navidad, y tres para Nochebuena… ¡uish! Eso me recuerda que tengo que ir a comprobar si el “tió de Nadal” se ha comido toda su comida.

Un hociquito y hasta mañana.

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