CONEJOS Y BLAIETS

Hola. Hoy es 3 de febrero y empieza el nuevo año chino. Atrás queda el año del tigre y hoy empieza el año del conejo. Un año que según el calendario chino se presenta bien. Si alguno os preguntáis porque el año nuevo empieza en febrero yo os lo explico. 

El Horóscopo chino no se base en los ciclos solares como los horóscopos occidentales, se basa en los ciclos de la Luna, así que estaríamos hablando de años lunares. Cada año tiene doce lunas nuevas y una decimotercera cada doce años, por este motivo, un nuevo año jamás coincidirá con la misma fecha del año anterior. El ciclo zodiacal es de doce año y de doce meses, y los signos se continúan siempre en el mismo orden, siendo representados por animales, los 12 animales del Zodiaco Chino, que ejercen una influencia en la vida, el destino y el carácter de los seres humanos y ositos. Estuve mirando los ciclos y descubrí que tanto mi dueño como yo somos del mismo signo zodiacal chino, somos del signo de Perro. ¡Guau!

Pero hoy aun pasa una cosa más chula, el dia de febrero se celebra San Blas.

Es una tradición que me gusta, porque se comen Blaiets (así se llama aquí a una galleta típica del día de hoy). Así que esta mañana he salido a comprar unos cuantos Blaiets.

Pero empezemos por la leyenda de San Blas.

Patrón de enfermedades de la garganta y laringólogos.

San Blas nació en medio de una familia noble; fue educado cristianamente y se consagró como Obispo cuando todavía era muy joven en la ciudad de Sebaste, Armenia. San Blas fue médico Al comenzar la persecución a los cristianos, se retiró a una cueva en el Monte Argeus haciendo vida eremítica, frecuentada por fieras salvajes, a quienes el santo los atendía y curaba cuando estaban enfermos. 

San Blas era conocido por su don de curación milagrosa. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este es el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta.

Y este es el origen del Blaiet, estas galletas, por tradición se llevan a la iglesia y el sacerdote las bendice, así cuando te los comes, como están bendecidos curan las dolencias de garganta.

Pero sin querer despreciar la tradición, yo los encuentro tan ricos que no he podido esperar a que los lleváramos a bendecir y ya me he comido uno en el desayuno de medía mañana. Riquisísimo.

Hociquitos

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