Anteriormente en “El Comunicado de Travis”….
En mayo del año pasado Travis visitó la casa de unos amigos y tuvo que enfrentarse a un alien malvado. Solo la gran pericia de Travis en la lucha y su descomunal fuerza hizo que saliera victorioso de esa pelea. Si os lo perdisteis pinchad aquí.
Y ahora continuamos con “El Comunicado de Travis”.
Bueno cuando ayer dejé el comunicado sobre Carnaval os comenté que íbamos a cenar a casa de unos amigos. Lo que ya no os dije es que es la casa donde vive el alien que el año pasado intentó atacarme y convertirme en un alien. No quise decir nada para no preocupar a mi dueño, pero en mi interior estaba un poco intranquilo.
Efectivamente, cuando llegamos a la casa, yo como es habitual, me quedo en el cuarto del ordenador, ya que allí estoy más tranquilo del perrito que tienen que siempre me atosiga para jugar con él y ya de paso, enciendo el ordenador y cotilleo un poco.
Por cierto, os habéis fijado en el detalle, el calendario de sobremesa que tienen es mi TravisCalendario Star Wars. ¡Como mola!
Pues a los pocos minutos de estar ya solo en el cuarto, oigo unos pasitos, cleck, cleck, cleck… Es un sonido que podría reconocer en cualquier lado. Son los pasos del Facehugger, mi archienemigo en esta casa.
Y de repente salta y se lanza contra mí, otro intento de agresión a mi persona. La otra vez lo derroté pero se ve que no escarmienta. Quiere morder el polvo otra vez. Pero en esta ocasión estoy más preparado que nunca.
Cuando ya casi está a punto de enroscar su malvada cola alrededor de mi cuello, desenfundo mi revolver. Como podéis comprobar este disfraz tiene hasta el último detalle. Voy a terminar con esta amenaza del Facehugger de una vez por todas.
Esta vez el Facehugger cesó en su ataque, conocía mi gran fuerza y además, esta vez estaba armado. Vio claramente que no tenía nada que hacer y que podía salir muy malparado. Así que optó por una retirada rápida y cobarde. En menos de un segundo había desaparecido. Debió encontrar un rincón escondido y allí se quedó sin molestar más.
En seguida nos llamaron a cenar. Enfundé el revólver, fui al comedor y nos sirvieron unas fajitas mexicanas de pollo y verduritas riquisísimas. ¡Qué bien que cené!
2 comentarios:
Suerte del revolver, lo acabaste rápido como Billy "The Kid".
exactamente. con estos aliens malvados no se puede ir de blando.
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