Hola. Hoy como podéis ver, estoy en las alturas. La ciudad a mis pies. De vez en cuando me apetece subir aquí arriba a la azotea y más en días primaverales como ahora. Da el solecito, un poquito de brisa, se está genial. Eso sí, cuando me acerco demasiado al borde para cotillear la calle me tiemblan las patitas. Pero yo no soy un cachorrín, soy un oso fuerte y sobretodo valiente.
Pero tengo que confesar que no he subido por las vistas, he subido, entre comillas, obligado. Hemos lavado uno de los manteles de la mesa, y abajo en el balcón no cabía, así que me he ofrecido a tenderlo en la azotea y ya de paso disfrutar de este ratito aquí arriba.
Después de tender el mantel, me he dado una vuelta de inspección. Primera parada, la antena parabólica. Esta es nuestra antena, está aquí arriba y gracias a ella podemos ver muchas cosas chulas. Como por ejemplo televisiones de otros países y aunque lo he buscado, nunca he podido ver canales de televisión de mi país. Jopé.
Después de la “inspección” de rigor, me he sentado un ratito, he sacado mi bote de pompas del osito pustefix y ahí he estado disfrutando de las pompas de jabón. Como hacía un poco de viento, las pompas salían disparadas hacía arriba.
Bueno cuando se ha terminado el jabón, recoger los bártulos y para abajo a casa y a comer. Que ya es la hora de comer y hay hambre. Y hoy para postre…. ¡siiii! Flammmms. Que los he visto en la nevera. Jeje
Bueno cuando se ha terminado el jabón, recoger los bártulos y para abajo a casa y a comer. Que ya es la hora de comer y hay hambre. Y hoy para postre…. ¡siiii! Flammmms. Que los he visto en la nevera. Jeje
Un hociquito y feliz fin de semana.
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