Este fin de semana pasado, y por primera pude visitar una Feria de Sant Jordi. El dia 23 de abril se celebra “Sant Jordi”. El año pasado, en el comunicado dedicado a este día os representé, con la ayuda de algunos de mis amigos peluches, la leyenda de este santo. Pero aquí en Cataluña es una fiesta muy arraigada y una mezcla de tradiciones.
Es una celebración sencilla y austera: consiste en pasear, comprar una rosa, un libro o las dos cosas, para regalar a los seres queridos, familiares y amigos.
Sant Jordi y el paseo obligatorio llenan las calles y plazas convirtiendo la jornada en una singular fiesta que se celebra en un día laborable.
Esta fiesta tan singular y característica encuentra su origen en una mezcla de tradiciones y costumbres de diferentes épocas. Sant Jordi es el patrón de Cataluña. Este hecho coincide con la costumbre medieval, de celebrar una feria de rosas o “de los enamorados” en el Palacio de la Generalitat.
A estas celebraciones más tradicionales se le sumó el Día del Libro, instaurado en España en 1926, el día 23 de abril, para conmemorar la muerte del autor Miguel de Cervantes.
El evento literario, acabó haciendo una mezcla con las tradiciones catalanas y creando una celebración muy arraigada, muy alegre y colorida y de gran aceptación ciudadana.
Así que ese día me dispuse a conocer de primera mano esta tradición. Y no estuve solo, me acompañaron mi dueño, Chikipipi, Nacho, Ana y su niño. Nosotros vivimos en Reus, y aunque me apetecía ir a ver la de Reus, me llevaron a ver la de Tarragona. No me importaba en absoluto, la cuestión era ver la feria.
Cuando llegamos era pronto, pero aun así ya había mucha gente. Todo lleno de puestos con libros de todo tipo, rosas de todos los tipos y colores y objetos artesanales con motivos de la celebración.
Y no solo “La Rambla” era la protagonista, las librerías también estaban adornadas, naturalmente con libros, con rosas y como en esta hasta un dragón.
La verdad es que había tantos libros que me era muy difícil elegir uno. En uno de los puestos descubrí una colección de libros de recetas de cocina muy interesantes.
Allí había el libro “200 recetas para niños” enseguida pensé en que este sería el libro más adecuado para mi dueño, a ver si empieza a aprender a cocinar y ya cuando estaba pagando el libro me di cuenta que también había el libro “200 recetas de postres”, ni me lo pensé, este me lo compré para mí.
Luego seguimos paseando por “La Rambla” y llegamos a un puesto donde vendían rosas, pero no rosas naturales, eran rosas artesanales. Rosas que eran velas, rosas de ganchillo, rosas de caramelo, estaba embobado con estas rosas cuando me dieron una grata sorpresa. La propietaria de ese puesto es una de mis amigas en facebook. ¡qué alegría! Estaba supercontento.
Al final me alegré mucho de haber ido a Tarragona y conocer en persona a María José y su marido. Me parecieron súper simpáticos y me regalaron una pequeña rosa de ganchillo que era un broche, que enseguida me colocaron en mi chaqueta. Al final mi dueño viendo que me gustaba tanto ese tipo de rosas, me compro una fantástica y preciosa rosa roja de cera. Y que contento estaba yo con mis dos rosas.
Cuando llegamos a casa aún me esperaba una sorpresa más. Mi dueño también me había comprado un libro y muy acertado para mí. El nuevo tomo de Naruto, mi manga preferido.
Y así fue mi primera experiencia de Sant Jordi, y seguro que no será la última. Me lo pasé genial y eso sí, muy cansado de tanto andar. Hociquitos y hasta mañana.
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