RETORNO AL BOSQUE DE LOS CEREZOS

Aprovechando el espléndido buen tiempo que hace por aquí estos días, he decidido que hoy iba a merendar fuera. Cogería el coche, buscaría un sitio chulo y ¡a merendar! ¿Pero a dónde ir? Después de pensar un rato se me vino a la cabeza el paisaje otoñal del bosque de los cerezos. Por si no os acordáis, en noviembre fui a buscar setas con mi dueño, y nos encontramos un bosquecito solo formado por cerezos, y en esa época del año las hojas tenían un bonito color rojizo. Pero no os cuento más, aquí os dejo el enlace del comunicado referente al “Bosque de los cerezos”.

Así que cogí el coche, puse en el maletero una botella de agua y una fiambrera con fruta.

Media hora después ya había llegado. El paisaje primaveral era muy distinto del otoñal. Esta vez las hojas de los cerezos eran muy verdes y estaban llenos de flores muy blancas. ¡que gozada de paisaje!

Me acerque a un cerezo y como aquella otra vez, me subí. ¿Qué pasa? Soy un osito trepador. La naturaleza me llama.

Bajé del cerezo y seguí un caminito hacía arriba. Allí recordaba una pequeña casita que la otra vez me gustó mucho. Y una vez más, me lo encontré muy cambiado.

El tejado de la casita estaba roto. Y por lo que veía alrededor lo habían roto a pedradas.

¡Jopé! ¿Pero que se cree la gente? ¿Por qué tienen que romper las cosas? Ya sé que es una casita de riego. Pero no hay que romper estas cosas. Si me entero de quien ha sido, le daré una paliza que se va a enterar.

Estaba muy disgustado. Así que muy cerca de allí, me senté en un tronquito y me dispuse  a merendar un poco. 

Estaba tan a gusto que el disgusto se me pasó un poco. Pronto empecé a observar a mi alrededor las plantas que había. 

Como se nota que ya estamos en primavera , todo la montaña se llena de colores.

Estuve un rato embobado mirando las plantitas, tomé unas cuantas fotos y para casa de nuevo.

Cuando ya me dirigía hacia el coche, es cuando descubrí una planta que precisamente colores no tenía. Un diente de león, o como una amiga del facebook me ha comentado, le llama la flor de los deseos. Se ve que si piensas un deseo y soplas con todas tus fuerzas se cumple ese deseo. Así que he cerrado los ojos bien fuerte y he soplado. Espero que pronto se cumpla mi deseo.

Al fin y al cabo fue una buena tarde.

Hociquitos y espero que tengáis un muy buen fin de semana.

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