Como se nota que cada vez estamos más cerca del verano. Hoy mismo desde que me he despertado tengo mucho calor. Y es que a mí el calor no me gusta nada. Me afecta mucho, y hace que tenga pocas ganas de hacer cosas.
Cuando me he levantado he ido directo a la cocina para desayunar y mi habitual tazón de soja me lo he bebido directamente, sin calentar. Estaba tan fresquita la leche de soja… que delicia.
Después ya estaba un poco más recuperado y he hecho la cama y a jugar un rato con la PS3.
Pero vivo las partidas tan intensamente que enseguida he vuelto a tener calor. Para que luego digan que jugar a las consolas es sedentario.
Luego he tenido un muy agradable sorpresa. Me han traído unas cuantas fresas. Y cuando digo fresas digo fresas. No son los fresones que podemos encontrar en todos los sitios. Las fresas son por así decirlo más feas a la vista, pero son mucho más deliciosas que los fresones. No hace mucho, justo el día que preparé los fresones en vinagre, fui al mercado a comprar fresas, pero no tenían en ningún sitio. Así que tuve que hacerlo con fresones. ¿Por qué ya no venden fresas? Es un gran misterio. Mejor dejo estas preguntas retóricas para otro momento. De momento he guardado las fresas en la nevera, y me he vuelto a la cama.
Allí al menos estoy descansando y pasa un poco de corriente de aire. Que fresquito y a gustito que estoy aquí.
Pues nada, espero acostumbrarme pronto a esta calor, pero hoy de momento, seguiré tumbado en la camita.
Un hociquito refrescante.
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