SANDIA RELLENA DE FRESAS

Que bien me ha sentado este fin de semana de tres días. Aquí en España, ayer lunes era fiesta. No hemos hecho nada especial, mi dueño se hizo daño en la patita la semana pasada, y aunque anda, un poco cojo, ha preferido descansar el fin de semana. Yo como siempre que no se encuentra bien, lo cuido. Así que pensé que podía hacerle para que se alegrara. Quería hacer algún postre original, para sorprenderlo. Últimamente estamos comiendo mucha sandía, porque en la masía ya empiezan a estar maduras, y casi que cada semana tenemos una sandía. Así que pensé en hacer algo con ella. Y de repente me vino a la mente… vi en la nevera un bol con fresones. Y ahora ya se ven muy pocas fresas en los supermercados, así que quizá son las últimas fresas de temporada. Pues como en matemáticas, sandia + fresas = sandia rellena de fresas. Pero la gracia era no solo vaciar una sandía y llenarla de fresas. Estaría muy bien poder presentar un gajo de sandía y que estuviera relleno de fresas, pero… ¿Cómo se podrían pegar las fresas? ¡YA SE! ¡CON GELATINA!

Y en casa tengo de todos los ingredientes.

Una sandía

Fresas (o fresones)

Gelatina de fresa.

La única sandía que había en casa, precisamente era pequeña y un poco deforme, jejeje, pero es igual. De todas formas, mejor que fuera pequeña, pues no es que tuviera muchos fresones.

Así que primero vaciar la sandía, pero dejando un poco de sandía en las paredes. Vamos… que no quede blanco. No tiréis la sandía que vais sacando. Yo la he guardado en un recipiente hermético en la nevera y luego para merendar me la he comido bien fresquita. Nada de tirar comida. ¿VALE?

Limpio los fresones y los corto en trocitos.

Ahora solo es rellenar la sandía con los trocitos.

Ahora preparo la gelatina de fresa.

Y vierto la gelatina dentro de la sandía.

Ponemos la media sandía en la nevera y la dejamos reposar unas cuantas horas. Como cuando vertemos la gelatina, esta está líquida, rellena los huevos que hay entre las fresas y con el frio de la nevera se vuelve sólido, quedando compacta.

Y ya está, ahora con un cuchillo largo  y afilado cortamos los gajos y a comer.

La cara que puso mi dueño cuando vio la sandía rellena de fresas, Jejejeje. Solo con verle la gran sonrisa que puso ya estuve muy feliz.

¿Os habéis fijado en los melocotones tan chulos que había en la cocina? Me los regalaron el sábado. Están deliciosos. Cuando entro en la cocina huelo ese delicado aroma. Así que mientras preparaba la sandía mi cabecita iba pensando en cómo podía sorprender a mi dueño con los melocotones. Y al final lo conseguí. Pero eso es otro comunicado.

Un hociquito.

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