La semana pasada cuando fui a visitar el pueblo abandonado
de La Mussara, al llegar a casa y explicarle mi excursión a mi dueño, me
pregunto si había pasado a beber agua en la Font del Llop (La fuente del lobo).
Yo no había visto ninguna fuente por allí. Me estuvo explicando que no se
encuentra en el pueblo, si no en la
carretera que va de La Mussara a Vilaplana. Así que por desconocimiento mio no
la había visto. Desde ese día, cada día le preguntaba cuando me llevaría.
Por fin pude convencer a mi dueño para que me llevara de
excursión a la fuente. Así que este pasado domingo, preparé mis cosas de
excursión, ropa cómoda, un buen desayuno y a la montaña de nuevo.
Fuimos en coche hasta Vilaplana y luego seguimos en coche.
Esta excursión se puede hacer a pie, pero esta vez no fue posible, disponíamos de
poco tiempo para hacerla a pie. Si estáis
animados en hacerla a pie, tenéis que saber que ha y una preciosa excursión que
te lleva por diferentes fuentes. Saliendo de Vilaplana, llegas a la Font del
Llop, luego a la Font del Roure (fuente del roble), Les Tosques y al llegar a
Vilaplana la Font de les Creus (fuente de las cruces).
Pero como os decía nosotros la hicimos en coche, desde la
misma carretera se ven a la izquierda unas escaleras hechas de piedra.
Es aquí donde empieza el caminito que nos lleva a la fuente.
Casi al lado de las
escaleras hay un sitio donde se puede aparcar el coche sin ningún problema.
Como veis, aproveché la ocasión para ponerme mi gorro a
juego con mi camisa. Cuando salimos de Reus, el termómetro marcaba 8 grados, y
hacia fresquito.
El camino que lleva a la fuente está bastante bien, hay una
pequeño desnivel, pero es apto para todos. Son solo 5 minutitos de camino.
Y llegamos a la fuente y ya me saqué el gorro. Ya no hacía
tanto frio y la verdad hasta tenía un poco de calor. Hacía un día magnifico, mi
dueño hasta se puso en manga corta, jejeje.
Tenía un poco de sed, así que aproveché para beber un poco
de la fuente, afortunadamente para mi, había unas pequeñas conchas que utilice
como vaso para beber, así no me mojé.
La zona de la fuente estaba limpia, se notaba que la gente
era respetuosa y no ensuciaba, como debe ser. Justo al lado de la fuente hay
una mesa de piedra y unas piedras que sirven de asiento. Genial. Tenía mucha
hambre, así que sin más dilación me dispuse a tomar mi desayuno. Bocadillo de
atún, unos frutos secos y unas naranjas.
Después de comer, lo recogí todo para tirarlo cuando llegáramos
a la ciudad. Siempre os aviso, no hay que tirar la basura en el bosque.
Después cotilleé un poco los alrededores y aproveché para
hacerme unas fotos. En eso que descubrí unas piedras que se habían puesto al
lado de un camino.
Las piedras estaban apiladas y parecía que estaban puestas
allí intencionadamente, como si quisieran darnos un mensaje. ¿Pero que debería querer
decir esas piedras? ¿Una señal de advertencia ante un peligro del bosque?
Fui corriendo a preguntar a mi dueño. Y… me resolvió la
duda.
Pero os lo cuento mañana. ¿Vale?
Un hociquito montañero
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