Hola. 19 de marzo. San José y el día del padre. En muchos
lugares de España es día festivo, pero aquí no y mi dueño, como siempre ha ido a trabajar.
Ya os he comentado alguna vez que a mi dueño le quiero un
montón y aunque no es mi padre, casi casi, lo que siento es como si lo fuera y
encima hoy también es su santo. Así que le voy a hacer un buen regalo. ¿Qué es
lo que se me da mejor? Cocinar. Le voy a preparar un comida riquisísima para
que cuando llegue cansado del trabajo se lo encuentre todo hecho. Además, me acuerdo que al año pasado no lo pudo celebrar porqué no se encontraba bien.
He decidido preparar un postre muy tradicional en el día de
hoy, la crema catalana.
No os explicaré la receta, porque lo hice precisamente
el año pasado, también para el día de San José, aquí podréis consultar la receta.
Lo que si he podido descubrir es el origen de la crema
catalana y porque es tan parecida a un flaM. La historia sucedió en un convento
de monjas en el que esperaban la visita del obispo y acordaron preparar una
buena comida para recibirle.
El obispo llegó tarde
y con las prisas, el famoso flaM realizado por las monjas, no se coció
correctamente. Para remediarlo, la hermana responsable de la cocina pensó que
mezclando un poco de maicena espesaría más.
El obispo se
impacientó y, al pedir el postre, éste casi acababa de salir del fuego. Para no
hacer esperar al obispo, lo sirvieron en un plato con el caramelo por encima,
pero el resultado fue una papilla plana y blanda, tostada con el caramelo.
El obispo tenía prisa por comer y creyendo que ése era el
famoso flaM del convento, que, por lo general, se sirve fresco, tomó una
cucharada y se la llevó a la boca con tanta urgencia como placer. Y después de
que se le saltaran las lágrimas por haberse quemado la boca, el obispo exclamó
con voz bronca y recia: !Crema! (en catalán “Crema” quiere decir “quema”).
Pero, como estaba tan rica, siguió comiendo con más cuidado. Desde entonces, el
postre favorito de la comunidad de las monjas, ya no fue el flaM, sino la crema
tostada... o quemada".
Interesante anécdota, durante la historia ya he terminado la
crema. Deliciosa, que aroma… mmmm. Ahora un ratito a la nevera y antes de
servirla la quemare por encima con el azúcar.
Pero hoy estaba inspirado y no solo le he preparado el
postre, mirad que canelones tan riquisísimos va a tener para comer. Jejeje.
También
para mi claro, que os pensáis, ¿que se va a comer los canelones y la crema él
solo?
Un hociquito cremoso
Y por cierto…
FELICIDADES A TODOS
LOS JOSÉ, PEPE, JOSEP, PEP….
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