Hola. Ya es lunes, ese día que se hace largo y pesado
después de dos días de fiesta. Yo ya estoy recuperado de mi baño del viernes. Estoy
limpio y perfumado. Y una cosa… con todo el trajín de las 50000 visitas y el
dichoso baño, se me olvido arrancar la pierna a mi “Vieja Cuaresma”.
Ahora ya solo quedan dos piernas, eso quiere decir… que si
este viernes arranco una, la semana que viene es Semana Santa. ¡Que rápido ha
pasado el tiempo!
Bueno, empiezo el comunicado de hoy. En primer lugar,
quiero mandar un hociquito muy especial a mi Chikipipi. Esta gran persona, muy
fiel a mis comunicados y que siempre está ahí cuando se le necesita. Me he enterado
que esta malito, así que deseo que te recuperes pronto.
Este fin de semana, teníamos una calçotada familiar. Y es
típico que yo haga la salsa que acompaña al plato principal.
Esta receta ya la he comentado en los comunicados
anteriormente, concretamente el comunicado del día 15 de abril de 2010, así que
si la queréis saber, solo tenéis que hacer click encima de la fecha.
Hay muchas formas de preparar esta salsa, incluso hay
concursos. Pero en casa siempre la hemos hecho así y nos encanta.
Es uno de los platos típicos de la gastronomía catalana, muy
consumido a finales de Invierno , principio de primavera, con salsa romesco,
completando con un segundo plato compuesto por carnes y butifarras típicas.
El Calçot fue descubierto, a finales del siglo XIX, por un
payés de Valls llamado "Xat de Benaiges" que experimentó, cociendo a
la brasa los brotes tiernos nacidos de la cebolla vieja. Posteriormente,
durante la segunda mitad del siglo XX, ha ido creciendo su popularidad,
extendiéndose su consumo desde las familias de Valls al resto de Cataluña.
El proceso empieza en el mes de febrero en el cual plantamos
la cebolla, previamente germinada de la semilla, para hacer el bulbo. Más
tarde, a finales de junio, se arranca, se deja secar durante unas semanas, y
vuelve a plantarse, mostrando ligeramente la parte blanca. A medida que crece
la planta, se va "calzando", o sea, rodeándose de tierra, de ahí el
nombre de Calçot. Se recogen entre los meses de noviembre y abril.
Y luego están riquisísimos. Y aunque solos, con un chorrito
de aceite están muy buenos, lo mejor es con salsa como la que preparo yo. Así
que podríamos decir que el secreto de un buen calçot está en la salsa, jijiji.
Un hociquito
2 comentarios:
Me encanta la calçotada, cada años quedamos unn grupo de amigos y la liamos parda!!
Y como dices, una buena calçotada necesita una buena salsa.
Besos!
besos!!! :) en una buena excusa para quedar con los amigos!! :)
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