Ayer cuando me puse a dormir me costó un poco más de lo
normal. Después de que el Barça volviera a perder comí demasiados flaMs y con
la barriga tan llena no podía dormir. Menos mal que mi dueño, que por cierto
pasa bastante del futbol, se dispuso a ver en el sofá un episodio de la magnifica
serie de televisión “Juego de Tronos”. Así que ya que no podía dormir me
dispuse a ver el episodio con él. La serie es tan buena que disfruté mucho viéndola
y me olvidé del futbol. Cuando acabo, nos fuimos a dormir.
Él como siempre, a su hora, se levanta y se va a trabajar y
yo, que ni me entero de cuando se va, sigo durmiendo unas horas más
plácidamente.
Pero de repente, en plena madrugada, hacia las 9 de la
mañana, se ha empezado a oír un gran ruido, un motor que no cesaba de hacer
ruido y más ruido, de tal magnitud que me ha despertado. ¿Pero que debía ser?
Rápidamente me he puesto mi albornoz y me he acercado a
mirar por la ventana. El ruido era incesante pero desde la ventana de mi
habitación no veía nada.
Rápidamente he ido corriendo a la habitación grande y he
visto por la ventana una grúa, justamente delante de la ventana. Era bastante
alta, llegaba hasta el tejado del edificio.
¡Estaban haciendo obras! ¡Que rollo! De nada serviría
decirles que no podía dormir. Entiendo que están haciendo su trabajo, pero es
un fastidio.
Toda la mañana han estado haciendo mucho ruido. No han
parado. Incluso me he puesto la bufanda del Barça anudada a las orejas para
disminuir el ruido. Pero aunque lo escuchaba menos, ahí estaba. Tanto ruido me
ha producido dolor de cabeza. ¡que rollo!
Voy medio sonámbulo por casa. Cuando han sido las dos, han
replegado la grúa y ha cesado el ruido. Pero mucho me temo que luego por la
tarde van a continuar. Así que… creo que voy a aprovechar esta pausa que han
hecho, seguramente para ir a comer, para hacer una siesta. Dormir tan pocas
horas no me sienta bien.
Un hociquito dormilón.
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