El mismo sábado 12, aparte de que el programa de radio que
os comentaba ayer, también había otro gran evento. Así que después de que
terminara el programa a las dos y de despedirme como es debido, puse patitas en
polvorosa a toda velocidad, rumbo a PortAventura. Pues por fin se inauguraba la
atracción “Shambhala”.
En el comunicado del día 2 de abril, ya os explicaba que
pude ver de cerca esta nueva atracción, pero entonces, no estaba terminada y no
se podía entrar, en lo que es su nueva área.
El sábado a primera hora, sobre las 10, empezaron a llegar
los medios acreditados, como yo estaba en Tarragona, tuve que enviar a mi
ayudante para que me resumiera luego lo ocurrido, jejeje. Soy muy cotilla, ya
lo sabéis.
El primer acto fue una rueda de prensa en el Gran Teatro
Imperial, con la inauguración del nuevo espectáculo temático “Shaolines de
Shambhala”, unos guerreros del Himalaya que nos enseñan varios secretos de las
artes marciales tradicionales de la zona, donde los guerreros, son nativos de
la zona.
Y luego un parlamento del director de PortAventura y luego
el responsable de Desarrollo y Nuevos Proyectos, que es a la vez el director
del proyecto Shambhala.
Después ya pasaron los actos en el mismo recinto de la nueva
atracción, por así decir la ceremonia más protocolaria, con los alcaldes de
Tarragona, Salou y Vila-Seca, el presidente de la Generalitat, el cónsul de
Buthan…
Y después de los parlamentos y cortar la cinta de rigor, se dio
por inaugurada la atracción.
Por lo visto cuando ya estaba funcionando todo, es cuando yo
ya llegué. Y en seguida me puse a cotillear los alrededores.
La puerta de acceso a la nueva zona, se encuentra en China,
justo al lado del Dragon Khan. Aunque desde la zona familiar de Sésamo Aventura,
también se puede acceder.
Según dicen, se han inspirado en el país de Buthan para
ambientar esta zona.
Solo entrar, encontramos un campamento, como si se tratara
de una expedición al Himalaya. Cotilleé la tienda de campaña que hace de
comedor, no fuera que hubiera algún delicioso flaM, pero no hubo suerte. Se lo
habían comido todo.
Atravieso el campamento y ya me encuentro decoraciones
budistas. Como esta estatua de Buda, farolas con cabezas de dragón, y edificios
claramente tibetanos.
En todo momento veo Shambhala, porque es inmenso, pero solo
siguiendo las indicaciones llego al lado mismo de la atracción. Yo soy grande,
pero al lado de esta atracción parezco diminuto.
Las dos montañas rusas más emblemáticas del parque,
Shambhala y Dragon Khan, se entrecruzan y las puedo ver sobre mi cabeza.
Los vagones de Shambhala hay un momento que pasan a nivel
del suelo, sobre un pequeño lago. Me quedé allí para poder ver como pasaba a
toda velocidad el vagón. Pero mientras estaba allí, pude ver una señal
preocupante.
Con el riesgo de poder mojarme, opté por apartarme, mojarme
no es lo mio. Y me coloqué estratégicamente para poder hacer esta peligrosa
foto. Mis patitas temblaban cuando veía acercarse el vagón, yo creía que desde
donde estaba ahora no me mojaría, pero no las tenía todas conmigo. Al final
conseguí hacer la foto y no mojarme. ¡Yupi!
Después de cotillear todo la zona, me coloqué en la cola de
la atracción, y pronto pude experimentar la velocidad de la nueva atracción.
Realmente es mucho más rápida que Dragon Khan, pero es más tranquila. Es más
alta pero no tiene loopings, es más clásica, con continuas subidas y bajadas.
Me gustó mucho la atracción y repetiré cuando pueda.
Una gran atracción y una gran ambientación. Y una cosa más
que no os he explicado aún. Shambhala no va a estar sola. El futuro de
PortAventura a corto plazo seguirá creciendo y Shambhala será la puerta de
entrada a la nueva zona de expansión del parque. ¡Que emoción!
Un hociquito tibetano
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