Hola. Hoy ha sido una de esas noches que casi no he podido
dormir.
Ayer por la noche, después de cenar y de cotillear un poco
por internet, me dispuse, junto con mi dueño a ver un poco la tele,
aprovechamos para ver un nuevo episodio de True Blood que teníamos pendiente de
ver.
Después de ver el episodio, cada cual a su cama y a dormir. Mi
dueño, como siempre, a los cinco minutos ya estaba dormido. Y en ese momento….
¡BURRRUM! Escuché un trueno y enseguida empezó a llover. Y
otro trueno.
¡Jopé! Odio las tormentas y me dan miedo los truenos, ya lo sabéis.
Miro a mi dueño, y nada, él seguía durmiendo plácidamente. No se enteraba de
nada. Tenéis que saber, que le gustan mucho las tormentas, y suele dormirse muy
relajado cuando hay una. Así que por precaución, desplacé mi almohada amarilla
con mucho cuidado, hasta el borde de la cama de mi dueño.
Pero estaba muy desvelado...
Así que fui a la cocina por un vaso de leche, que dicen que
ayuda a dormir y volví a la cama
Y entonces por fin, me dormí. Aunque ya era muy tarde.
Por la mañana, cuando mi dueño se ha levantado, me he vuelto
a despertar. He aprovechado para ir a hacer pipí y de vuelta a la cama.
Cuando ya estaba medio dormido… ha sonado el teléfono. ¡Pero
que esto! ¡No me dejan dormir! Enfurruñado, he ido a contestar el teléfono y a
decirle cuatro cosas bien dichas.
Descuelgo el teléfono y cuando me iba a enfadar por no
dejarme dormir, oigo una familiar voz en el teléfono.
¡Hello Travis! ¡it’s me… Madonna!
¡OHHH! Mi amiga Madonna me llamaba por teléfono para saludarme
y preguntarme que le trajera un riquisísimo flaM de los míos por la noche.
¿Por la noche?, ¿Qué pasaba por la noche?
Pasaron unos segundos hasta que reaccioné. Aun estaba medio
dormido. Hoy por la noche Madonna actúa en Barcelona, y como buen fan y amigo
estaba invitado a verla.
Ya hacia unas semanas habían llegado las entradas para ir a
verla. Cuando vino en junio del 2009, fui a verla a Zaragoza, de hecho, fue mi
tercer comunicado de travis, jejeje, y tanto que la vi, que acabe con los
bailarines en el escenario, jejeje. Desde ese día, somos amigos.
Le respondí que por supuesto que le llevaría un exquisito
flaM, nos despedimos y colgué.
Y yo corriendo al cajón de la ropa…. ¿pero que me pongo?
¡Que dilema!
(continuará)
Un hociquito musical
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