Hola. Ayer por la tarde fuimos a recoger una mona, jejeje.
Una mona de pascua. Como la que hice por Semana Santa. Ya sé que ha pasado
mucho tiempo desde Semana Santa, jejeje. Pero es mi mona de pascua en junio.
Ahora os cuento.
Realmente no es mi mona de pascua, es la de mi dueño. Su
madrina, no se la pudo hacer, porque estaba de viaje. Y luego por una causa o
por otra se fue demorando. Pero ayer fue el gran día. Y yo, como buen cotilla
no me lo quise perder.
Así que acompañé a mi dueño, solo entrar en la casa, mi
olfato ya me indicaba que había un pastel riquisísimo en la casa.
Mi dueño estuvo un rato hablando con sus familiares,
mientras tanto, cuando estaban distraídos, yo me escabullí y empecé a seguir el
rastro de la mona. Y la encontré.
La pude cotillear un poco, mmmmm, tenía muy
buena pinta. Pero escuché pasos que se dirigían allí, así que salté de la mesa
y me escondí.
Entonces ya venía mi dueño, y su madrina le hizo entrega de
la mona.
Luego, un rato más tarde, ya en casa, pude contemplar la
mona en todos sus detalles.
Era una mona de chocolate, con el escudo del barça de
chocolate y ¡CHUCHES!
Una delicia de mona.
Así que esa misma noche, en el postre de la cena ¡Una buena
ración de mona!
Mmmmmmm
Estaba riquisísima.
Incluso repetí. Y creo que no debí hacerlo. Luego me sentí
bastante empachado.
Pero bueno, valió la pena. Jejejeje.
Un hociquito chocolatero y muy buen fin de semana.
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