Ayer se me hizo la tarde muy larga. Después de saber que
había una caja con un regalo de cumpleaños para mí, estaba desesperado, quería
saber que era. Por un lado me encantan las sorpresas pero la impaciencia me mata
y encima como soy un cotilla de cuidado, aún me desespero más.
Como os decía costo de pasar la tarde, hice varios intentos
de acercarme a la caja, pero siempre había alguno de los peluchines haciendo
guardia. Luego más tarde ya llegó mi dueño, intenté poner caritas para
convencerlo, pero me dijo que era un regalo de cumpleaños y por lo tanto tenía
que ser un osito paciente y responsable y abrirlo el domingo. ¡Jopé!
Seguí haciendo diversos intentos de aproximación, pero todo
fue inútil, encima como sabían que todo el rato vigilaba la caja, aún estaban
más atentos a mis movimientos. Al final se me ocurrió un brillante plan para
poder abrir la caja. El plan era fingir que ya me había dado por vencido y que
ya no quería abrir el regalo. Me costó mucho fingir, pero lo conseguí. Al final
ya ni vigilaban la caja. Todos juntos estuvimos viendo la televisión en familia
y luego a dormir.
Ahora empezaba la “operación regalo”.
Me puse en la cama. Como siempre mi dueño se durmió muy
rápido, y yo con un ojo cerrado y el otro abierto iba controlando como el resto
de peluches se quedaban dormidos. Una vez que todos dormían, me levante con
mucho sigilo y me dirigí al comedor.
Allí estaba la caja. Aish. ¿Qué regalo maravilloso debía
contener? ¿FlaMs? ¿Las llaves de una nave estelar? Se me ocurrían muchas cosas.
Me acerqué sigilosamente a la caja, no había nadie
vigilando. ¡Bien! Tampoco observé ninguna trampa. ¡Bien! Mi plan de mostrar
indiferencia había resultado muy efectivo.
Abrí la caja sin ninguna dificultad. ¡Yupi!
Por fin sabría que magnifico regalo se ocultaba en su
interior.
Pero…
¡Jopé! Mi dueño es demasiado listo.
La caja está vacía. Mi dueño ha dejado una nota. Ya sabía que
abriría la caja y ha escondido el regalo.
Ahora tengo que seguir esperando. ¡Ya le vale! ¡Mi dueño es
un tonto!
Que remedio. Volví a la cama y me dormí soñando que era un
Jedi fantástico que salvaba la galaxia del malvado Dark Dueñus y me
recompensaban con una caja llena de flaMs. ¿Sueño premonitorio?
Un hociquito enfurruñado. Buen fin de semana.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.