LA BUTACA DE TRAVIS. THE AMAZING SPIDERMAN


Hoy vuelven a estrenar una de esas películas que me motivan a ir al cine a verla. Una nueva película de superheroes.
A principios de la década pasada, dos exitosas películas de superhéroes,  “X-Men ” (2000) y “Spider-Man”  (2002), pusieron de nuevo, el genero de los superhéroes, otra vez de moda en el cine. Moda que actualmente aún sigue vigente.
Y es que desde entonces, los héroes provenientes de los comics han pasado a ocupar un hueco muy importante del cine de entretenimiento “made in Hollywood”. Sin ir más lejos, dos películas inscritas en este género, “El caballero oscuro” y la reciente “Los vengadores”, forman parte ya de la lista de filmes más taquilleros de la historia.

Marvel ha sido la editorial de comics que más y mejor ha sabido involucrarse en el mundillo cinematográfico, sobre todo desde que decidió llevar a cabo sus propias adaptaciones.
Spiderman ha tenido ya tres películas, todas ellas dirigidas por Sam Raimi y con el mismo cuarteto protagonista: Tobey Maguire (Peter Parker/Spiderman), Kirsten Dunst (Mary Jane), James Franco (Harry Osborn), y J.K. Simmons, (J. J. Jameson).
Todas arrasaron en taquilla, pero la tercera entrega supuso un jarro de agua fría incluso para los fans. La decepción fue tan grande que hasta el propio director entonó el mea culpa.
En ese instante, el futuro del arácnido pendía de un hilo (y nunca mejor dicho).
En un principio, la solución pasaba por arreglar el desperdicio realizando una cuarta entrega manteniendo a Raimi en la silla de director. A fin de cuentas, las dos anteriores habían gustado, y no por el traspiés de la última (irónicamente, la más taquillera de la trilogía) iban a dejar escapar la gallina de los huevos de oro.
Sin embargo, las desavenencias  con Raimi  respecto al guión y al nuevo rumbo de esta cuarta entrega hicieron que el estudio anunciara, para sorpresa de todos, un reinicio de la franquicia. El propósito: empezar desde cero con un nuevo reparto y con otro cineasta asumiendo las labores de dirección. Y el resultado ya está aquí, con ‘The Amazing Spider-Man’.


Peter Parker (Andrew Garfield) es un chico de instituto algo marginado que fue abandonado por sus padres cuando era niño, por lo que desde entonces ha sido criado por su Tío Ben (Martin Sheen) y su Tía May (Sally Field).
 Una pequeña avería doméstica en casa permite  a Peter descubrir un misterioso maletín que perteneció a su padre. Desde ese momento, emprende una búsqueda para llegar al fondo de la desaparición de sus padres, la cual le llevará directamente a Oscorp y al laboratorio del Dr. Curt Connors (Rhys Ifans), el antiguo socio de su padre.
 Bien es cierto que la idea del reboot no fue muy bien recibida por los seguidores del superhéroe. Las películas de Raimi estaban demasiado cerca en el tiempo, y la idea de que se contara de nuevo los inicios del personaje, en vez de avanzar en su desarrollo, daba más pereza que otra cosa. Quizás por ello, desde el principio se vendió la película como “la historia jamás contada de Peter Parker”, procurando alejarse lo más posible de lo hecho por Raimi y así evitar las consabidas comparaciones.
No obstante, aquí hay suficientes cambios respecto a la anterior versión (según tengo entendido, siguiendo la línea Ultimate de los cómics) como para que a uno no le importe volver a presenciar el origen del famoso trepamuros.
Para empezar, la chica por la que suspira Parker ya no es la pelirroja Mary Jane sino la rubia Gwen Stacy (que no apareció en la versión de Raimi hasta la tercera entrega), y aunque la trama sigue girando en torno a Oscorp ,el villano es otro bien distinto.
“The Amazing Spider-Man” es puro entretenimiento, sí, pero del bueno. Sin prisas pero sin pausas, y apostando no sólo por la espectacularidad de sus escenas de acción y sus efectos, sino también por el desarrollo dramático de sus personajes.
En sus dos horas y cuarto, este “reinicio” nos ofrece toda una serie de motivos por los que recibir con los brazos abiertos una nueva franquicia del trepamuros. Y todo gracias tanto al buen hacer de su director y guionistas como a su acertadísimo reparto.
Lo más sorprendente de todo es que la primera escena de acción propiamente dicha (sin contar las primeras exhibiciones de superpoder de Peter Parker) no aparezca hasta la hora y cuarto, aproximadamente. Y durante ese tiempo previo la película funciona de maravilla. Y eso sólo ocurre cuando la base, el guion, está bien trabajado; cuando se siente que una película de superhéroes puede ser más que chascarrillos (que los hay) y toneladas de pirotecnia.
Y es que “The Amazing Spider-Man” se compone tanto de acción (en su tramo final, sobre todo) como de drama y también romance y por supuesto, generosas y acertadas dosis de humor. Y nada chirría ni nada sobra.
Los movimientos de Spidy, tanto en combate como en sus quehaceres diarios, son más dinámicos y arácnidos que nunca (sus movimientos, sus poses, sus piruetas…).  Hay un elaborado trabajo coreográfico detrás, y eso se nota en cada detalle.
Incluso el tan criticado traje no sólo tiene su razón de ser (vemos de dónde surge la idea de la licra y más o menos cómo se lo fabrica), sino que además acaba integrándose a la perfección.  
En lo que sí ganamos y mucho es en interpretación. Parker nunca ha sido un chico popular, y no lo es aquí, pero tampoco es un completo pringado con cara de atontado todo el rato, como ocurría en las anteriores películas. Los guionistas han acertado con el tono y el look, y Garfield ha hecho el resto, erigiéndose un Peter Parker extrovertido, serio cuando toca y muy humano. Además de sufridor, tanto en lo físico como en lo emocional, aunque aquí quién más sufre es la pobre Tía May, que se pasa toda la película con lágrimas en los ojos.
O la breve escena de cuando un osito apuesto y valiente, hace un breve cameo, para ayudar a el hombre araña en una muy difícil situación.

 Igual de bien funcionan el resto de personajes, desde la encantadora Gwen Stacy en la piel de una teñida -por muy rubia natural que sea- Emma Stone, hasta el dual Dr. Connors, pasando por el testarudo pero honesto Capitán Stacy (Denis Leary).
 Los personajes son el pilar de esta película. Importan y nos implican en la historia, y de ahí que algunos segmentos resulten realmente emocionantes. Sin esa implicación emocional se quedaría en un mero pasarratos. Probablemente disfrutable, pero sin mucho calado.

A los fans de la trilogía anterior no puedo sino recomendarles que dejen los prejuicios en casa y se dejen llevar por este excitante espectáculo. Pocas veces un reinicio se ha mostrado tan inspirado (y en opinión de quién esto escribe, justificado), así que bienvenido sea este “semi-nuevo” Spider-Man.
Un hociquito arácnido y que tengáis un buen fin de semana.


Y hoy en vez de dejaros con el tráiler que ya debéis haber visto bastantes veces, os dejo con imágenes de la película comentadas por el director de la misma.






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