Un rato antes de que llegue mi dueño a casa, empecé a
preparar la comida. El menú de hoy, crema de calabacín fría (ya la hice ayer y
ya estaba en la nevera) y de segundo pescadito y berenjenas a la plancha. De postre
no hay que ni decirlo, un delicioso flaM, esta vez de vainilla.
Así estaba yo entretenido, haciendo la comida, cuando llaman
a la puerta. ¿Quién será a estas horas?
Abro la puerta y era… ¡mi amigo el repartidor! Traía un
paquete bastante grande y estaba a mi nombre.
¡Yupi! Debía ser un regalo
adelantado de cumpleaños, que por cierto es este domingo. He firmado el recibo
y corriendo al salón.
Ahora que lo miraba con más atención, es una caja muy
grande. Mi poder cotilla estaba en alerta roja, debía saber que había en la
caja. Estaba muy bien precintado, así que he necesitado la ayuda de unas
tijeras.
Cuando ya estaba a medio abrir la caja, han venido corriendo
Txulo, mi hermano Junior y London. En un santiamén, me han quitado las tijeras
y se han plantado entre mí y el regalo.
Según me explicaban, tenían órdenes de mi dueño, de no
permitirme abrir el regalo en caso de que llegara antes de tiempo.
Creedme cuando os digo que he intentado sobornarlos, pero
los muy… “grrrrrrrrrr” no han aceptado. Mi dueño les tenía que haber hecho un
buen trato para no aceptar mis sobornos.
Así que un poco enfadado ya he visto que no tenía nada que
hacer. No podría abrir mi regalo hasta el domingo. ¡Jopé! Aún faltan muchos
días. ¡3 días! ¡Esto es una eternidad!
No podré aguantar tanto tiempo.
Un hociquito desesperado.
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