Esta mañana después de desayunar y hacer mis tareas de casa
habituales, he dado la también clásica, ronda de cotilleo por casa.
En plena ronda de cotilleo he visto que el armario donde
guardamos la ropa que no es de temporada estaba abierto.
Seguro que mi dueño ha
cogido alguna cosa y con la manía de dejar todas las puertas de los armarios
abierta, ahí se quedó. La verdad es que me paso el día cerrando puertas de
armario, y a veces voy tan confiado por casa que me he dado más de un golpe con
una puerta de armario abierta. ¡lo riño un montón de veces! Pero no hay manera,
ya no se que hacer con él. Pero corramos un tupido velo, que me desvío del
tema. Prosigo.
La cuestión es que he visto entre las camisas de invierno
una caja de preparado para flaMs. ¡UOH! Mi dueño lo ha escondido allí porque no
cree que pueda llegar. Pero… no contaba con mi astucia y destreza.
He puesto la escalera de la cocina, pero aun así, solo había
conseguido acercarme a la mitad de mi objetivo.
He tenido que ir a mi habitación a buscar la almohada de mi
dueño y mi almohada japonesa.
Con la ayuda de las dos, he conseguido llegar al
armario, pero….
La cosa se ha puesto peligrosa. La almohada de mi dueño se
ha escurrido y como la almohada japonesa estaba apoyada en ella, pues se han caído
al suelo las dos. Menos mal que he sido rápido de reflejos y he conseguido
agarrarme y no he caído.
Pero ahora tengo un dilema, ya tengo la caja con el
preparado para flaMs, pero… ¿como bajo?
Este armario es bastante alto, y tengo miedo de hacerme daño
si salto. Así que no me queda más remedio que esperar a que llegue mi dueño,
confesarle mi travesura cotilla y esperar que no me castigue.
Aish. Es que no tendría que haberlo hecho.
Un hociquito atribulado.
P.D
Mi dueño me ha rescatado,
y si, estoy castigado, una semana sin flaMs. ¡JOPÉ! Tan cerca que he
tenido los flaMs y tan lejos que los tengo ahora. Será una semana muy larga.
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