Por fin
tengo buenas noticias.
Ya sabéis que en los últimos días hemos ido un poco liados en casa. Con el papá de mi dueño en el hospital, prácticamente cada día hemos estado en el hospital, aparte mi dueño ir a trabajar, yo en mis tareas de casa y cuidando de la casa. Pero hoy por fin han dado el alta al papá de mi dueño. Poco a poco recuperamos la normalidad, se que los primeros días, necesitará más atención, pero ya no es lo mismo estar en el hospital que estar en casa.
Ya sabéis que en los últimos días hemos ido un poco liados en casa. Con el papá de mi dueño en el hospital, prácticamente cada día hemos estado en el hospital, aparte mi dueño ir a trabajar, yo en mis tareas de casa y cuidando de la casa. Pero hoy por fin han dado el alta al papá de mi dueño. Poco a poco recuperamos la normalidad, se que los primeros días, necesitará más atención, pero ya no es lo mismo estar en el hospital que estar en casa.
Soy
consciente de que ha pasado mucho tiempo desde mi último baño. Y como ahora
tendremos más visitas a visitar al papá de mi dueño. Así que tengo que estar
presentable. Yo ya se que por las fechas en las que estamos, me tocaría pronto
un baño. Así que hoy me he armado de valor y me he bañado solo. Sin que nadie me lo dijera.
Aunque
ahora, viendo el barreño con el agua con jabón, ya no me parece tan buena idea.
¡Glups!
Luego la
otra. Y….
¡Está
fría!
Que
sensación tan desagradable, no sé como a la mayoría de gente, esto les gusta.
La
verdad es que me estoy agobiando mucho, cada vez, me siento más y más pesado.
Creo que voy a salir, dejo el baño a medias.
¡Coki!
Ha venido Coki, a darme ánimos. Ya que lo he empezado, tengo que terminarlo. Si
tiene razón, lo se. Pero no puedo más.
Ahora
está bañándose conmigo. Me ha hecho mucha gracia y nos hemos empezado a reír, Jejeje.
La verdad es que tener a Coki bañándose aquí conmigo, hace que esta experiencia
sea más llevadera.
Una vez
bañados y aclarados, llega el momento del secado.
Pongo una toalla limpia en la silla, me pongo cómodo y ahora solo paciencia. Son unas horas de tranquilidad.
Pongo una toalla limpia en la silla, me pongo cómodo y ahora solo paciencia. Son unas horas de tranquilidad.
Y
después del baño, aunque no me ha gustado, estoy limpio y reluciente.
Justo ahora ha llegado mi dueño y se ha sorprendido de verme recién bañado, lo primero que ha hace es tocarme la frente por si tengo fiebre.
Pero
aun falta un detalle importante. Yo ni me acordaba, pero él se ha dado cuenta
en seguida. Me falta mi medalla.
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