Ya os contaba en el Comunicado de ayer, que este pasado sábado asistí a una fantástica boda, pero me reservé un detallito para el de hoy.
Después de la comida, necesitaba estirar mis patitas un
poco. Así que salí de la sala y empecé a cotillear. Lo se, lo se, soy un
cotilla, pero así soy yo.
Justo en la entrada del restaurante pude observar un
cartelito. A ver…
La Masia la Torre del Gall nos propone un paseo por los
alrededores para así conocer mejor este entorno tan bello lleno de viñas. El
punto de partida señalizado como el punto número 1, es una higuera que se
encuentra en el jardín. Así que me dispongo a buscarla.
No ha sido muy difícil. Misión cumplida. He encontrado el
punto número 1, empieza el paseo. Jejeje. Que emocionante.
Al fondo de la foto podéis
ver la higuera, y el cartel nos informa de la dirección a tomar. Allá voy.
Unos metros más adelante he encontrado el punto de control
número 2.
El texto nos informa de la
variedad de olivos que hay allí al lado. Son de la clase arbequina (como los de
mi masía) y nos explican un poco de donde son originarias y sus características.
Es muy interesante, en este caso, por tener olivos en la masía ya lo sabía,
pero no todo el mundo lo sabe, así que es muy instructivo.
Después de dejar los pequeños olivos, seguí avanzando por el
camino hasta llegar al punto número 3.
Aquí lo que cuentan ya no lo sabía. Justo allí, estaba
delante de las viñas Pinot Noire. Este tipo de vid es originaria de la Borgoña
francesa. La uva es pequeña, de color negra con brillos violetas y con pulpa
suave. El vino que se obtiene de este tipo de uva es un vino negro de calidad,
con un color no muy oscuro y con una gran complejidad aromática.
De repente aparace una señal sin número, el camino sigue,
pero la señal me indica que gire a la derecha, como voy solo y no me quiero
perder, hago caso a la señal.
Muy pronto encuentro el punto de control número 4.
Ahora nos informan de que vamos a caminar por un camino en
el que estamos rodeados por las viñas de Chardonnay. Este tipo de uva es de
variedad blanca, una uva pequeña y redondita, de piel amarilla y muy fina. El
vino que se obtiene es seco, con cuerpo y de elevada acidez.
El paseo es muy agradable y tranquilo. Y aunque parece que
no hemos andado nada, mirad, allí al fondo esta la Torre del Gall. Que
pequeñita se ve.
El paseo ya poco a poco toma el rumbo de vuelta. No obstante
siempre hay tiempo de hacerse bonitas fotos en las viñas, no siempre tengo
oportunidad de pasear entre ellas.
¡Oh! Que buena pinta tienen estas uvas.
Pero tranquilos, no
he tocado nada. Estas uvas no son mías, unas personas han trabajado duro para
que crezcan. Así que cuando visitéis huertos ajenos, no toquéis nada.
Y llegué al punto 5 y final.
El paseo termina en la parte
lateral de la Torre del Gall, donde hay muchos pinos. Viene bien un paseo entre
la sombra de los pinos para descansar.
Y ya me dispongo a volver a la fiesta en el interior. Un
poco antes de entrar descubro un pequeño limonero en el que ya se pueden ver
limones chiquitines, aunque muy verdes aún.
Me ha encantado este paseo, solo unos 15 minutos, pero muy
relajante. Y me ha venido genial, para coger fuerzas para la fiesta.
Un hociquito entre las viñas.
Por cierto, ayer se me olvido, como hago siempre, de dar los enlaces de los sitios que visito.
La Masia la Torre del Gall tiene pagína de internet, www.latorredelgall.com
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