Hola. Últimamente me está gustando dar una vuelta por el
jardín de mis amigos. En los últimos días, a parte de visitar el huerto ecológico que
os mostré hace pocos días, también visité ayer un curioso jardín, en el que me
llamó poderosamente la atención dos rinconcitos.
El primero es obvio que lo descubriera rápidamente, era un
rinconcito pequeño con plantas crasas. Ya sabéis lo que me gustan a mí este
tipo de plantas. Solo era esta esquinita, pero tenía que hacer la foto para
compartirla en el comunicado.
La segunda zona que me encantó, era la dedicada a las
plantas aromáticas.
En primer lugar una de las conocidas, la albahaca. Mmmm. Me encanta.
Y puse carita tierna al verla y olerla, y me regalaron unas cuantas ramitas.
Pronto os contaré otra cosa que hice con la albahaca que me regalaron la semana
pasada.
Encontré también una planta de ajedrea, aunque tiene muchos
más nombres según la localización, aquí se la conoce como “Sajolida”, pero en
el resto de España también se la llama tomillo real, morquera, ajedrea
silvestre, ajedrea de montaña…
La ajedrea es utilizada en cocina y va muy bien en legumbres,
carnes, pollo y pavo. También se usa
como antiséptico y expectorante, se pueden tratar gastroenteritis, nauseas,
congestiones bronquiales…
Un poquito más allá encontré ajedrea blanca, como
imaginareis, una pariente de la anterior. Es una hierba con excelentes
propiedades digestivas. Su infusión es dulzona, penetrante y ligeramente de
aroma mentolado. También es muy útil contra resfriados y tos por sus propiedades
antisépticas.
Luego encontré menta. Esta es más conocida. Una planta muy
utilizada en la cocina. Tanto en platos salados como en dulces. Y también tiene
su uso medicinal. Es descongestionante, digestiva y refrescante. Y claro…. si
os gustan los mojitos…. hay que tenerla muy en cuenta.
Y por último pude ver, abrótano. También conocida como
cipresilla, manzanillera o té de Aragón. Es un gran desinfectante, pues es un antibiótico
natural. Aunque también tiene propiedades estomacales. Y poner una ramita en un
cajón, evita las polillas.
Cuando ya volvía a donde estaba mi dueño, me encontré una
planta con grandes hojas que no conocía.
Pregunté a los dueños del jardín que
era. Era menta rumana, o así le llamaban. Pues así siempre se la había
conocido, pero no sabíamos cual era el nombre real. Si alguien lo sabe, que me
lo diga. No desprendía mucho olor, era muy parecido al de la menta, pero con
una intensidad mucho menor. Tan poquito, que ni ellos la utilizaban para
hacer infusiones. Aunque me explicaron un uso muy curioso. Sus abuelos usaban
sus largas hojas como puntos de lectura. Que original.
Como veis ha sido muy instructiva la vuelta por este
rinconcito del jardín. Hemos aprendido un montón de cosas.
Un hociquito aromático.
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