10/23/2012
Hoy ha llegado el día de uno de los Comunicados “clásicos”
por así decirlo de este blog. Cada año cuando ya llegan estos días, mi dueño
trae a casa la primera mandarina de la temporada.
Normalmente estoy de mala pata y el resto de peluchines se
suelen comer la mandarina. La primera vez creo que fue Txulo, quien encontró mi
mandarina y eso que la había escondido. La siguiente ocasión, fueron los
peluchines y este año…
Pues este mediodía mi dueño, como os decía, ha traído las
primeras mandarinas de la masía. Como él ya sabe, que esto es un gran
acontecimiento para los peluches de casa, esta vez ha traído unas cuantas. ¡Genial!
Pero en esta ocasión, no me ha dejado a mí administrarlas.
Ha reunido a todos los peluchines que queríamos comer mandarinas y nos la ha
repartido. Esta vez no habría peleas.
Como veis, esta temporada, las primeras mandarinas son un
poco pequeñitas, las grandes, según decía mi dueño, son verdes aún. Pero bueno,
aunque pequeñas, seguro que están igualmente bien. Pero…
Un momento. Cuatro
mandarinas, una para Txulo, otra para Junior, otra para London y otra para mí, ¿y
Pando? El pobre se ha quedado atrás y no tiene. ¿Qué vamos a hacer?
Ja, ja, ja. Problema solucionado. Pando, recordad que es un
poco mágico.
De su bolsillo delantero cada día salen chuches. Pero por lo visto
esta vez, ha hecho una gran excepción y tiene una mandarina como nosotros. Así
todos contentos. ¡Yupi!
Bueno, vamos a degustar las mandarinas. Un hociquito rico en
vitamina C.
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