Hoy he tenido un pequeño percance en casa, estaba preparando
la comida y me he dado cuenta que el fregadero de la cocina estaba atascado. Al
agua le costaba más de lo normal vaciarse.
Así que como mi dueño no estaba,
decidí solucionarlo. He abierto el armario donde guardamos el desatascador y….
¡Ups! No teníamos. Houston tenemos un problema. Que no cunda
el pánico. Travis tranquilízate. Relájate. Piensa. Siente que la fuerza fluya
de tu interior….. Vale ya sé que soy un poco teatrero, jejeje. La verdad es que
tenía un plan B.
Ese plan consistía solo en recordar como lo hacía mi
abuelita. Es un truco casero, ecológico y barato.
Vertimos bicarbonato por el desagüe del fregadero, una media
taza. Y luego añado bastante vinagre blanco.
La reacción es instantánea y muy efervescente.
El bicarbonato de sodio es de ph básico y el vinagre (ácido acético) es de ph ácido. Al mezclarse se produce una reacción de neutralización.
El bicarbonato de sodio es de ph básico y el vinagre (ácido acético) es de ph ácido. Al mezclarse se produce una reacción de neutralización.
Se desprende dióxido de carbono (el burbujeo ese que sale
con espuma y todo).
También se obtiene
agua y acetato de sodio. Para los que sepáis algo de química esta es la
reacción:
NaHCO3 + CH3COOH = CH3COONa + CO2 + H2O
Espero una media hora y vierto bastante cantidad de agua
hirviendo por la cañería, al menos un litro, eso servirá para limpiar los
restos que puedan quedar. Y ya tenemos la cañería desatascada. Así de fácil.
Sigo con mis tareas.
Un hociquito desatascador.
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