Esta mañana he ido en una misión especial a Jardiland.
Hace unos días una amiga nuestra nos envió un cupón, para
que pudiéramos canjearlo por un rosal mini.
Así que hoy por fin hemos podido ir a buscarlo. Así con la
excusa he podido ir un ratito a este garden que tanto me gusta. Pasear por allí
siempre me relaja y me entretiene con tantas plantitas que hay.
Como ya estamos en días prenavideños, he podido observar que
ya había muchas cosas navideñas. Me he dado cuenta que ya hay muchos “tions” de
navidad, de todos los tamaños.
Al ver tantos, me he acordado del mio. Ya sé que aun es
pronto y que nunca se cuando va a venir. Pero he estado pensando en él. Estará
viviendo con sus hermanos en la cueva. Jugando con sus amigos y corriendo por
el bosque. Espero que llegue pronto.
He seguido dando vueltas por Jardiland, viendo los árboles
de navidad, los adornos…
Incluso he pensado en comprar un ramito de acebo, dicen que
trae mucha suerte, pero luego he recordado que según la tradición, te lo tienen
que regalar para que traiga suerte.
Así que lo he vuelto a dejar y a ver si
alguien me lo regala. Aun tengo colgado encima de la puerta de casa el que nos
regalo una vecina el año pasado.
Cuando ya lo había visto todo, me he dirigido a buscar mi
rosal mini. Es precioso.
Y bueno, el plan era ir a buscar el rosal mini y cotillear,
pero… lo que pasa siempre. Hay cosas tan chulas, que no me he podido resistir y
he acabado comprando más cosas.
Una planta de navidad, una vela perfumada, un frasco de
aroma de lavanda, un ciclamen y un osito chiquitín.
Un hociquito muy especial para mi amiga, que ha hecho que
hoy tenga un rosal mini precioso.
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