VUELVO A SER UN CAZADOR DE SETAS.

Hoy comunicado desde el bosque.

Y es que con estos días pasados de lluvia y luego un poco de sol, he pensado que podrían ya haber algunas setas para ir a buscar. En casa nos gustan mucho las setas. Así que si queremos comer… hay que ir a buscarlas. Además es una perfecta excusa, al menos para mi, para salir a pasear por el bosque. Estos paseos me recuerdan tanto a mis días de cachorrín en mi aldea. Allí lo teníamos al lado, y cada día estábamos en el bosque. Ya fuera para jugar, buscar setas, ir a buscar agua… Aish, paro, que me pongo nostálgico.

En vez de llevar agua de casa, prefiero empezar mi jornada en el bosque haciendo una parada en la fuente. Así bebo un poco y lleno un par de botellines para más tarde.

Bueno, ya tengo listo mi cesto. Empieza la “cacería”.

Hay que ir con cuidado de no perderse en el bosque. Menos mal que mi sentido de la orientación es muy bueno. Aun así siempre es bueno tener algún referente para no desorientarse.

Curiosamente la primera seta que he encontrado ha sido en uno de los lugares más mágicos de este bosque, yo le llamo “el claro de las colmenas”, lo descubrí hace dos años y siempre que voy a este bosque voy a visitarlo. Podéis leer el comunicado de ese primer día si pincháis aquí.

Esta seta la llamamos aquí “bolet de bou”, pero como suele pasar con las setas hay muchos nombres, su nombre científico es “Hydnum rufescens”.

Después de un rato paseando, mi estomago ya ruge, así que ha llegado la hora de desayunar. 

Esta piedra me recuerda un montón a una mesa, parece que la hayan puesto para mí. Recordad que me enfado mucho si alguien deja basura en el bosque. Yo no lo hago, así que espero que vosotros tampoco.

Después ya con las fuerzas renovadas proseguí mi cacería, y pronto descubrí la segunda seta del día. ¡Bien!

Bueno mañana os cuento más cosas de mi cacería/excursión.

Un hociquito montañés.

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