Otra de las exposiciones que pude visitar en esta edición
del Salón del Manga llevaba por título “Manga a la Carta”, dedicada a la cocina
japonesa.
La gastronomía japonesa está muy presente en el manga, ya
sea como tema protagonista y como parte de las historias donde la comida
también juega un papel muy importante. Dentro de los mangas especializados
conocidos en nuestro país podemos destacar “El gourmet solitario”, “Toriko” o la
serie de animación Mister Ajikko (El gran Suixi), aunque en Japón existen muchas
más títulos, pues el género gastronómico es muy popular.
En la exposición del
Salón pude conocer algunos más como “Oishinbo”, “Cooking Papa” o “Aji
Ichimonme”. Aparte, un manga curioso es el “Mibu-El Bulli”, que recoge la
estancia en el desaparecido restaurante de Ferran Adrià de cocineros japoneses
del exclusivo restaurante Mibu de Tokio.
Por otra parte, dejando de lado la temática de los mangas,
están llenos de referencias culinarias japonesas, habiendo personajes de series
populares como Dragon Ball cuyos nombres se inspiran en platos o ingredientes,
(Ten Shin Han, Chaos, Vegeta, Son Gohan, Radix…), las conocidas escenas de
Naruto comiendo tallarines ramen (“naruto” es un ingrediente del ramen),
Doraemon comiendo dulces dorayaki, Musculman y su gyûdon (arroz con carne de
ternera), y muchos más personajes del manga que por un motivo u otro se
relacionan con algún tipo de comida.
Pero en esta edición del Salón se ha ido más allá de la
viñeta y se ha transformado en un escaparate de las excelencias de la cocina japonesa.
Para ello, se prepararon una serie de talleres culinarios que han tenido un
gran éxito y que por lo que decía la organización, en próximas ediciones
tendrán un pabellón propio.
Uno de los talleres más esperados fue el que contó con la
presencia de los maestros de la cocina Ferran Adrià y Hiroyoshi Ishide (Mibu). Lástima
que no fue el día que yo fui, pero me hubiera encantado ver al señor Adrià impartiendo una ponencia titulada Relación
elBulli y Japón. Influencia japonesa en la alta cocina de Occidente, la excusa
perfecta para revivir el encuentro que ya hicieron ambos chefs en 2003 y que se
reflejó en el manga Mibu-elBulli, que antes os comentaba.
foto de la versión digital de La Vanguardia
Además, Hiroyoshi Ishide, junto a Adrià y Albert Raurich,
antiguo jefe de cocina del restaurante de Roses y artífice del barcelonés Dos
Palillos, unieron lazos entre el Mediterráneo y Japón en un taller culinario de
dashi.
Otra gran exposición de esta edición. Como chef de cocina
que soy, disfruté un montón. Y si algún autor japonés quiere hacer algún manga
donde el protagonista sea un osito cocinero que le pirran los flaMs, que se
ponga en contacto conmigo, tengo unas cuantas ideas al respecto.
Un hociquito culinario.
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