¡Cuantos días de fiesta! Aquí en España el jueves y el
sábado teníamos fiesta y ya por un día más, me tomé el viernes de fiesta
también. ¡Cuatro días de fiesta seguidos!
Hoy retomo de nuevo El Comunicado, y me cuesta, ya no porqué
sea lunes y me cueste arrancar, es que ayer estuve todo el día en el campo, y
eso entre otras cosas, cansa.
La verdad es que estoy hecho un lio. Os voy a explicar mi
dilema, ayer estuve en una calçotada.
Lo típico es hacerlas a finales de
invierno o principios de primavera, pero ya empiezan a haber “calçots” y mi
familia decidió organizar una. Vendría a ser la primera de la temporada. Pero… ¿Cómo
puede ser la primera si este año ya estuve en una calçotada en primavera? Entonces
sería la última. Aish no me caliento más la cabeza, que hoy no me da más de si.
Ya os he contado en otras ocasiones en que consiste una
calçotada, así que no volveré a enrollarme. Tuvimos un muy buen día, solecito y
con una temperatura agradable.
Cuando ya empezó a llegar la gente, preparamos ya los
calçots, a mi me gusta mucho supervisar estas cosas, que harían sin mi.
Primero pusieron las berenjenas y pimientos al fuego, para
luego acompañar la carne, más tarde, pusieron los calçots.
Pero decidí que lo mejor sería entrar dentro de la casa,
pues corría peligro. Pusiera donde me pusiera al lado del fuego, el humo
siempre venía hacia mí. Bueno, eso es normal, ya lo dicen, “el humo siempre va
a los guapos”. Pero si no lo hubiera esquivado, luego hubiera olido mucho
a humo, y eso significaría… “baño”. Así, que para estar tranquilo, como os
decía entre a casa, a supervisar… otras cosas.
Como por ejemplo los postres, jejeje.
Bromas a parte, dentro estaban preparando la salsa para
acompañar los calçots, pero les estaba saliendo muy bien, pues habían seguido
al dedillo, la receta que ya publiqué aquí hace un tiempo.
Un rato más tarde, ya estaba todo listo para empezar a
comer. Grrr. Que hambre tenía. Y los calçots están tan buenos….
Aunque comí un montón, empezaron a salir postres sorpresas
que no tenía controlados. Solo había visto el bizcocho de la foto de antes,
pero de repente, aparecen unas bandejas con “mini monas de pascua” y ¡recubiertas
de chocolate! ¡Que locura!
Y luego aún sacan tarta de manzana casera.
Soy un osito, comprendedlo y arrasé con los postres. Además…
no quería hacer un feo a las fantásticas cocineras que habían hecho esos
deliciosos postres.
Cuando acabe con el último bocado de la tarta de manzana, no
podía moverme.
Estaba muy empachado. Bufff. ¡Que atracón de comer! ¡Pero me lo
pasé genial!
Un hociquito goloso y empachado.
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