Hola. Hoy es un día muy especial. Los que me seguís en
facebook ya lo sabréis. Hoy es el cumpleaños de mi dueño. Y quería hacer algo
que fuera sorpresa para él.
Cualquier cosa que le haga está bien y él siempre lo
agradece. Desde un hociquito, un abrazo o... una comilona. Jejeje. Esta vez me
he decantado por esta última opción.
Me ha costado mantenerlo en secreto hasta el último momento,
pero lo he conseguido.
Ayer por la noche cuando se fue a dormir, empezó la primera
fase de mi plan.
Y para ello he usado parte del estofado de ternera que ha sobrado
de estas fiestas, un poco de pollo asado y algún resto de carne de cerdo.
Saque con mucho cuidado una antigua máquina de triturar.
Tiene muchos años, pero me gusta. Mi abuelita tenía una igual y se cómo
montarla y usar. También lo podría haber hecho con la picadora eléctrica, pero…
para mi gusto queda demasiado fino. Con esta máquina manual, consigo una
textura mucho mejor.
Así que a medianoche me puse a triturar toda la carne.
Cuando terminé, puse agua a hervir con un poco de sal. Y
puse las placas de los canelones.
Una vez cocinados los extendí encima sobre un paño limpio.
Fui extendiendo la carne por encima, solo un poco. Y enrollé
los canelones. Llené toda una bandeja.
Luego los tapé con papel de aluminio y los puse en la
nevera. Hora de dormir.
Cuando me desperté por la mañana, mi dueño ya no estaba. ¡Perfecto!
La segunda parte de mi plan se ponía en marcha.
En facebook, ya habéis visto estas dos fotos, he preparado
un rico bizcocho de mandarina.
La receta ya la publiqué hace tiempo en el blog,
aquí podéis verla. Eso sí, esta vez, he cambiado la cobertura. En vez de poner azúcar
y ya está. He exprimido una mandarina y he ido añadiendo azúcar glas mientras removía,
cuando la textura de esta mezcla se vuelve más densa, he cogido un pincel de
cocina y he pintado con esta mezcla el bizcocho. Luego una velas para decorar y
listo.
Paso a la tercera parte del plan. Acabar los canelones.
Para ello solo me quedaba hacer una rica salsa de bechamel.
A mí me gusta hacer primero un sofrito de cebolla, luego incorporo la harina, y
seguir con una bechamel normal, añadiendo leche y removiendo. Luego para
rematarla un poco de nuez moscada, sal y pimienta.
He recubierto los canelones. He puesto queso para gratinar y
unos trocitos de mantequilla por encima y al horno a gratinarse.
Han quedado unos canelones de lujo. Para rechupetearse un
montón las patitas.
Vamos que cuando ha llegado y se ha encontrado todo hecho,
me ha dado un abrazo gigante.
Vamos que no han quedado ni canelones ni bizcocho. (Nota aclaratoria. No penséis que somos unos
golosos, no estábamos solos, ¿vale?)
Un hociquito gourmet.
EL TRUQUITRAVIS
El truquitravis de hoy es muy sencillo, si queréis mejorar
la textura del relleno del canelón, solo tenéis que preparar un poco de
bechamel normal y mezclarla con la carne de relleno. Conseguimos una textura más fina. O al menos, a mí
me gusta mucho más.
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