Por el título del comunicado de hoy, ya os podéis imaginar
que estoy MUY enfadado e indignado. Después de un fin de semana tranquilo y
relajado, justo cuando me desperté, el momento en el que soy más vulnerable, mi
dueño me coge, me quita el pijama y me pone en la mesa del comedor.
Yo aún estoy medio dormido y mi cabeza aun no es capaz de
procesar tanta información. De repente veo que a mi espalda está el barreño
donde me suele bañar y justo cuando me doy cuenta de lo que iba a suceder, me
encuentro dentro del barreño.
Me he despertado de golpe. Y mi primera reacción ha sido
intentar salir de un salto. Pero ya ha resultado imposible. Como soy un osito
de peluche, mi cuerpo absorbe mucha agua en muy poco tiempo, por lo que el peso
de mi cuerpo se ve aumentado de repente. Ya no tenía fuerzas para salir. Dios mío…
ya no había nada que hacer.
Mi dueño ha traído la esponja y también a “usitu”, el
pequeño osito con el que suelo dormir. Es todo de color blanco y también le hacía
falta un baño. Así que los dos nos hemos lavado a conciencia.
Ya que no había
nada que hacer, al menos quedaríamos limpios y relucientes. Pero sigo pensando
que no hay nada de malo en estar un poquito sucio.
Bueno después del fregoteo, viene la parte de secado. Ahora
es invierno, y no puedo salir al balcón que me toque el viento y el sol. Así
que en una primera parte, me seco con unas toallas.
Luego, paso a ponerme en una toalla superchula, la de la
campaña “Mulla’t per l’esclerosi múltiple” i me quedo allí toda la mañana
mientras me seco.
Y a última hora de la tarde, ya estoy totalmente seco. Y así
de guapo he quedado. Una foto dedicada a todos mis fans.
Por cierto… creo que
para evitar el próximo baño, tendríamos que movilizarnos y recoger firmas para
que ositos como yo, no nos tengan que bañar. Jejeje.
Un hociquito pasado por agua.
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