Hoy la butaca de Travis la publico el lunes, ya que para el
viernes me fue imposible haber visto la película de hoy. Guerra Mundial Z.
A rasgos generales podríamos resumir el argumento de la película como una pandemia de muertos vivientes, donde el experto investigador de las Naciones Unidas Gerry Lane (Brad Pitt) intentará evitar lo que podría ser el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana le hace recorrer el mundo entero buscando respuestas sobre cómo parar la horrible epidemia que amenaza a toda la humanidad, intentando salvar las vidas de millones de personas así como la de su propia familia.
A rasgos generales podríamos resumir el argumento de la película como una pandemia de muertos vivientes, donde el experto investigador de las Naciones Unidas Gerry Lane (Brad Pitt) intentará evitar lo que podría ser el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana le hace recorrer el mundo entero buscando respuestas sobre cómo parar la horrible epidemia que amenaza a toda la humanidad, intentando salvar las vidas de millones de personas así como la de su propia familia.
Pero vamos a sus orígenes, en 2006, donde Max Brooks (hijo
del humorista Mel Brooks) publicó el libro titulado “Guerra mundial Z”, el
libro trataba la lucha mundial que la humanidad tenía contra los zombies
contando la evolución de dicha guerra por boca de varios personajes. Poco
tiempo después la productora de Brad Pitt se hace con los derechos de la novela
y se propone adaptarla a la pantalla, fusionando varios de los personajes principales
en uno sólo con el fin de que él mismo lo protagonizase. Tras varios problemas
de producción, retrasos, peleas, accidentes, etc…llega a las pantallas “Guerra
mundial Z”.
En la opinión de este osito que escribe, le veo un problemilla a la película. Como decía
antes, al adaptar el libro, se tuvieron que juntar las historias de distintos
personajes en uno solo, cosa que provoca en muchas ocasiones una falta de
cohesión entre los diferentes bloques que conforman la trama, puesto que aunque
esa diferenciación es obligada por la temática y la estructura de la historia,
en conjunto no tienen una coherencia dramática y visual.
Esa falta de cohesión, se debe a que la dirección de Marc
Foster no está controlada desde ningún punto de vista. Se nota demasiado las
reescrituras del guion, las escenas que complementan la película, determinados
momentos cumbres del film no tienen la fuerza que deberían (o que al menos se presupone
que tiene que tener en una película de zombies) y la tensión narrativa sólo
aparece en determinados instantes, no siendo una constante en la película. Pero
también es cierto que es una buena película. No es perfecta, pero cumple de
sobra con las expectativas que el público medio tiene al ir a ver este tipo de
películas. Por ejemplo los veinticinco primeros minutos de 28 días después o
los últimos 30 minutos de Resident Evil. El director demuestra que se maneja
mejor con presupuestos pequeños y manejables. La producción le viene demasiado
grande.
Otro de las cosas destacables del film es Brad Pitt que demuestra
lo que es, una mega estrella que es capaz de llevar el peso de una película así
sobre sus hombros y sacarla adelante (hablamos de la faceta de actor, del tema
de producción viendo los problemas que ha habido…mejor no hablo). Pitt está presente
en toda la película y tanto las escenas más físicas, como aquellas en las que
el drama se apodera de la pantalla deja claro porque tiene el estatus que tiene
dentro de la industria del cine. El resto de los personajes de la cinta son
meras anécdotas, ya que aunque aparecen por ahí: Mireille Enos, David Morse,
Peter Capaldi… ninguno tiene un peso importante en la trama incluso Matthew Fox
(Jack de la serie Perdidos) que ha sido eliminado del montaje final, solo aparece unos pocos segundos.
En la parte técnica, el compositor Marco Beltrami (compositor
también de la película de la que escribí en la anterior Butaca de Travis,
Lobezno inmortal) realiza una banda sonora muy correcta y adecuada, que
acompaña a la película en todo momento con percusiones y metales muy profundos
y limpios. Beltrami, además, se ayuda de las composiciones de Muse para la
película, lo que da como resultado un ejercicio sonoro destacable y
disfrutable, y una de las mejores bandas sonoras de lo que llevamos de año.
Destacable es también la fotografía gracias a la cual podemos disfrutar de las escenas nocturnas claras y
apreciables, pese a los movimientos y la rapidez con que Foster mueve la cámara
para no dañar la sensibilidad del espectador.
Hay que reconocer que para los problemas que ha tenido la
película, el resultado es más que decente, y los responsables logran una
película de verano de lo más entretenida (cosa que no pueden decir otras
propuestas….). Quizá no es la maravilla que algunos esperábamos, pero cumple
con el mayor propósito que debe tener una película: ENTRETENER.
Como siempre me despido con el tráiler y unos hociquitos cinéfilos.
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