VISITA AL PARC DE LA CIUTADELLA CON CUNE Y NEDDY

Hola. Feliz día. Hoy les voy a contar una velada muy especial para mí. De las cosas más bonitas que me han pasado en las últimas semanas y de la cual guardo un especial recuerdo.
Hace unas semanas recibí un correo electrónico desde Argentina. Mi amiga Cunegunda iba a estar en España, y una de sus paradas iba a ser la ciudad de Barcelona. Rápidamente mis patitas se pusieron en acción y pude convencer a mi dueño para que me llevara a Barcelona el día en que ella estuviera. El año pasado estuvo en mi ciudad y me lo pasé muy bien. Ahora iba a pasar otro día haciendo el turista y poniéndonos al corriente. Pero eso no es todo. Resulta que mi amigo Neddy también iba a estar en Barcelona ese día, así que seríamos tres peluches turistas, jijiji.

Uno de los sitios que Cune no conocía de la Ciudad Condal y le apetecía mucho visitar, era el “Parc de la Ciutadella”, yo encantado, porque tampoco lo conocía. Así que una vez nos encontramos todos pusimos rumbo al parque y les iba contando la historia del parque.
Este parque fue durante muchos años el único parque de la ciudad de Barcelona. Fue construido en los antiguos terrenos de la fortaleza de la ciudad (de ahí su nombre Ciudadela), a imagen y semejanza del Jardín del Luxemburgo de París. La “ciudadela” en cuestión fue construida por Felipe V para dominar la ciudad tras la Guerra de Sucesión Española, en el siglo XVIII.  El 11 de septiembre de 1714, tras un asedio de más de 13 meses, Barcelona caía en poder del ejército del rey Felipe V, que para mantener la ciudad bajo un firme control construyó esta ciudadela o fortaleza, la más grande de Europa por entonces, con forma de estrella, de donde toma su nombre actual el parque y el barrio de la Ciutadella circundante.
Para su construcción fue necesario derribar parte del Barrio de la Ribera, que no sería trasladado a la Barceloneta hasta tres décadas más tarde. Se derribaron 1.200 casas, así como los conventos de San Agustín y Santa Clara. En total se desalojó a unas 4.500 personas, que no recibieron indemnización alguna y fueron abandonadas a su suerte.
Convertida en un odiado símbolo del gobierno central por parte de la población de Barcelona, la Junta de Vigilancia lo mandó derribar en 1841, aunque dos años después, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, ésta lo restauró dado que todavía no estaba totalmente destruido. Fue el General Prim el que decretó su donación a la ciudad y finalmente, debido a la Revolución de 1868, se procedió a la demolición de la Ciudadela.
Con motivo de la Exposición Universal de 1888 se urbanizó el parque,  se proyectaron unos amplios jardines bajo el lema «los jardines son a las ciudades lo que los pulmones al cuerpo humano». 
Una plaza central y un paseo de circunvalación, rodeado de árboles y una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque.
Lo que algunas personas desconocen es que Antonio Gaudí, intervino en el proyecto, aunque solo como colaborador en la Cascada Monumental. Realizó el proyecto hidráulico y diseñó una gruta artificial debajo de la Cascada. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.
Pasear por allí es un placer, por un momento parecía que la gran ciudad había desaparecido y estábamos paseando por al campo. Cune, Teddy y yo paseábamos tranquilamente, explicándonos nuestras cosas, haciendo broma, riendo y haciéndonos un montón de fotos.
Fotos tan divertidas como los tres sentados en la trompa de un mamut. Jejeje. Aun no entiendo que hace este mamut de tamaño natural en el parque, pero es divertido.
También hubo momentos de relax de tanto pasear Cune estaba muy cansada, como es más pequeña tiene que andar mucho más rápido. Así que un rato tumbados en el césped a la sombra nos vino genial.
Cuando ya estuvimos recuperados seguimos el paseo, y claro... también toco jugar un poco, la barandilla de piedra se convirtió en un improvisado tobogán, jejeje.
Tengo que reconocer que aunque estaba tan cerca de agua... no estaba asustado, me sentía tan bien que no tenía miedo de que podia mojarme. jejeje. Ahora veo las fotos... y me estremezco.
También quisimos cotillear en una zona de la fuente que estaba cerrada, así que nos dispusimos a saltar la verja, pero.... no salió muy bien. Nos pillaron con las manos en la masa. Cachis. Pero bueno... fue divertido.
Al final de la visita del parque, vimos un montón de bicicletas. Se trata del bicing, uno de los servicios que tienen la ciudad de Barcelona. Un servicio anual de alquiler de bicicletas. Y nos dimos cuenta que no había bicicletas de nuestras tallas. No llegábamos a los pedales. 
Esta muy bien que los humanos las utilicen para sus desplazamientos por la ciudad. Pero ... ¿y los peluches? Haber si pronto lo solucionan.
Fue una tarde maravillosa, en un parque precioso, que no os podéis perder si visitáis Barcelona.
Un hociquito feliz

2 comentarios:

Jotapeniano dijo...

A veces, los que tenemos tan cerca Barcelona, menos conocemos de ella, a parte de los sitios que usualmente tienes que ir o pasar. Pero vamos, sí que he estado en la ciutadella.

Muy buenas fotos... habrá tema entre los dos ositos?? jejeje

Travis dijo...

JAJAJA. son solo amigos. al menos de momento. son unos cachorrines aun.

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