Hola amigos. Este fin de semana en España tocaba cambiar la
hora de los relojes. La madrugada del sábado al domingo cuando fueran las 3 se
retrasaba una hora, así que pasaban a ser las 2 de la mañana. Por lo tanto se
ganaba una hora de sueño. ¡Yupi!
No sé muy bien porque se cambia, según dicen es una medida
encaminada a ahorrar energía. Puesto que en otoño y en invierno amanece más
tarde y anochece antes, este cambio de hora permite ajustar lo máximo posible
las horas de trabajo a las horas del día en las que hay luz, con el consecuente
ahorro energético.
Así que el sábado nos fuimos todos a dormir como siempre.
En la madrugada Txulo se levantó a por su habitual vaso de
leche con galletas, y como vio que ya eran más de las 3, decidió atrasar el
reloj, así ya estaría hecho.
Más o menos una hora más tarde fue London el que se levantó
a hacer un pipi nocturno, y como también vio que eran más de las 3, pensó lo
mismo que Txulo y decidió atrasar también el reloj.
Ahora fue Mimosín, el que una hora después es el que se
levantó, no sé muy bien porque, imagino que a hacer un pequeño asalto a la
nevera, pero viendo el reloj, atrasó también la hora.
Junior también se levantó, como veis en casa, por la noche,
todos los ositos se van levantando por un motivo u otro. El pobre Junior
desconociendo lo que habían hecho sus predecesores, también pensó que estaría
bien cambiar ya la hora. Así que un nuevo retraso en el reloj.
Y como no… Pompeo también se levantó por su habitual caña de
bambú nocturna y si, lo habéis adivinado, también retraso el reloj.
Y por último yo. Sin saber nada de lo que había pasado por
la noche, me levanté a hacer un pipi y beber un poco de agua y al ver el reloj,
pensé que estaría bien retrasar la hora.
Cuando volvía a la cama, vi que por la ventana del balcón se
filtraba mucha luz, así que con mucha curiosidad salí al balcón. Ya había
amanecido. ¿Pero cómo era eso posible? Yo mismo acababa de cambiar la hora. Eran
las 2 de la madrugada.
Fui a ver mi teléfono para estar seguro de que hora era y….
eran las siete y media de la mañana.
Esto era muy raro. Me quedé muy extrañado. Era un gran
misterio de fin de semana.
Un poco más tarde cuando los ositos se fueron despertando es
cuando descubrimos la solución al misterio. Jejejeje.
Un hociquito misterioso.
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