Una vez más se ha celebrado en Barcelona el Salón
Internacional del cómic. En esta ocasión ha llegado a su edición número 32 y
como no, yo no podía faltar.
Ha sido un fin de semana de andar mucho para poder verlo
todo, mis pobres patucos han sacado humo y mis patitas aún se están recuperando
y eso que iba disfrazado de Superman, pero por lo visto aunque me puse su
uniforme no conseguí todos sus súper poderes.
Han sido 4 días de salón, por las instalaciones de Fira de
Montjuic han pasado 106000 personas en un espacio de 32000 metros cuadrados.
Casi casi el doble que el año pasado que era de 19000.
Como es costumbre, lo primero que visito son las
exposiciones ya que prefiero verlas tranquilo.
La primera que visité, es a la que tenía más ganas, la
exposición dedicada a Lobezno o Wolverine.
Hay que decir que su introducción
formal fue en el número siguiente por descuido del guionista (# 181, Nov.
1974).
En la década de los 80 y 90, Wolverine llegó a convertirse en uno de los
personajes que más vendían de Marvel. Wolverine es también significativo por
ser el único cómic de superhéroes con un impacto real y adulto para las
siguientes décadas, y garantizar su popularidad incluso fuera de los círculos
de lectura de cómics.
La subcultura de Wolverine es prácticamente equivalente a
la de Spiderman o personajes mucho más reputados como Superman , Batman y
Wonder Woman ; algo que no se puede decir de muchos otros superhéroes creados
por Marvel. Otro dato es que él es canadiense con raíces indonesias.
Para aquellos que no conozcan tanto a Wolverine, os explico
que es un mutante con poderes regenerativos que le permiten curar sus heridas a
una velocidad muy superior a la humana y sobrevivir a heridas de extrema
gravedad. Como resultado de su factor de curación acelerado su envejecimiento
se ve considerablemente atenuado y sus cualidades físicas son la de un hombre
de mediana edad en plena forma pese a contar con más de 100 años. Además le es
prácticamente imposible emborracharse y sus defensas neutralizan todo tipo de
venenos y drogas que puedan entrar en su organismo.
Logan tiene sentidos aumentados más allá de los límites
humanos. Su vista le permite localizar objetos en una distancia superior a la
de los humanos normales. Su sentido del olfato es también superhumano y le
permite reconocer a una persona por el olor aunque ésta se encuentre escondida.
Suele utilizar estas habilidades para rastrear a sus objetivos con un alto
grado de precisión.
Aunque de las primeras cosas que nos llaman la atención de
este mutante son sus garras retractiles en cada mano. Las garras las poseía de forma natural. Una
desventaja de estos poderes regenerativos es que también protegen su mente. De
esta manera, cada vez que sucedía un evento traumático en su vida, sus poderes
lo bloqueaban haciendo que lo olvidara y que, por tanto, su pasado fuera un
misterio. A esto se suma el gran número de veces que su mente ha sido
"reprogramada" por las distintas organizaciones que usaban a
Wolverine, casi siempre bajo la oscura mano de "Romulus", uno de los
mutantes más antiguos y misteriosos del universo Marvel cuya existencia se
remonta casi a la edad de piedra, y de los primeros "lupus sapiens"
(raza a la que supuestamente pertenecen Lobezno y Dientes de sable, entre otros).
Además de sus poderes mutantes que se deben a una mutación
en sus genes, a Logan le fue implantado sobre su esqueleto una cobertura de
Adamantium, el metal más duro en el
universo Marvel. Estos experimentos fueron realizados por un grupo de
científicos bajo la influencia de Rómulo.
Es un maestro de combate en distintas artes, sobre todo en
peleas cuerpo a cuerpo en las que nunca duda en usar su fuerza de manera letal.
Ya que recibió entrenamiento militar, espía y samurái entre otras durante
décadas por diferentes afiliaciones e innumerables campos militares, es un
experto en la lucha, con y sin armas, además de ser un gran estratega que lo
hace ser muy peligroso en lo que hace.
Lobezno ha forjado su temple en batalla, con el conocimiento
samurái. Entrenó su mente y su cuerpo afilándolos hasta el límite humano. Sus
habilidades físicas, su resistencia y su capacidad de encajar golpes le hacen
un muy buen luchador.
La exposición de Lobezno también recoge sus apariciones en cine.
En este medio ha sido interpretado por el actor australiano Hugh Jackman.
Aunque ya apareciera en las tres entregas de la saga cinematográfica de los
X-Men (X-Men, X2 y X-Men: The Last Stand).
En abril de 2009 Wolverine
protagonizó su propia película, X-Men Origins: Wolverine, en la que se cuenta
su origen, cómo consiguió su esqueleto de adamantium, y su relación con otros
mutantes antes de ser un X-Men, por lo que aparecerán otros mutantes famosos
como Masacre, Gambito, Charles Xavier, Dientes de Sableh, Cíclope y Emma Frost,
entre otros, además de otros personajes reconocibles por los aficionados a los
cómics del personaje.
Wolverine inmortal, es la secuela, así como aseguró la
productora 20th Century Fox. La historia de esta segunda parte se desarrolla a
partir de la escena que aparece al final de los créditos de la primera entrega,
que muestra un Logan confuso y aferrado a recordar su pasado en un bar de
Japón. Esta secuela está centrada en la relación entre Wolverine y Mariko, la
hija del jefe del crimen organizado japonés.
En la precuela de la saga de X-Men: primera generación se
narra la historia Charles Xavier y Magneto en su juventud, donde Lobezno
aparecía en una breve escena.
Y este año aparecerá muy pronto de nuevo, a finales de mes,
se estrena, la cuarta entrega de las aventuras de los X-Men en cine, “Días de
futuro pasado”, donde naturalmente podremos volver a disfrutar de Lobezno. Y
claro, en cuanto se estrene, iré a verla y en La Butaca de Travis os daré mi
opinión.
La exposición se complementa con figuras de merchandaising, menos mal que estan bien protegidas detrás de un cristal, porqué creo que más de una habría acabado en mi mochila, jejejeje. Es broma, pero si es cierto que eran muy interesantes y naturalmente me gustaría tenerlas.
Cuando las vi ahí tan chulas pensé que podría comprarme una. Pero mejor no precipitarse, cada año me compro una cosa y no es cuestión de comprar así de primeras. Tengo que escoger muy bien lo que quiero. jejeje.
Y hasta aquí el primer comunicado de este 32 salón del comic
de Barcelona.
Un hociquito mutante
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