Me moría de ganas de escribir esta crítica. Soy un gran
seguidor de todo lo relacionado con Star Wars. De hecho, los que me conocéis
más lo sabéis, jejeje. Tengo una legión de droides en casa, sables laser, mis
atuendos jedi, mis películas en blue ray, videojuegos…. Pero había una cosa que
no había conseguido hacer aún. Es poder ir a ver una peli de estreno al cine, y
disfrutar de toda la magia de mi saga galáctica
preferida.
Así que decidí ir el mismo día del estreno a primera hora,
para poder disfrutarla sin que nadie me contara absolutamente nada. Así que el
día en cuestión me puse mis mejores atuendos jedi, mi sable laser y
naturalmente mi entrada y me dirigí al cine.
Me atormentaba una gran duda con la película, tenía un poco
de recelo por el hecho de que Disney esté al frente de una nueva trilogía de la
saga, esto tras adquirir Lucasfilm.
Pero todo lo contrario, desde el segundo 1, cuando escuché
la ya conocidísima música de Star Wars y hasta el último momento, vi la película
en un estado de emoción continuo. En muchas ocasiones no sabía si reír,
llorar…. Me lo pasé genial con la película.
Es inevitable sentir que estamos ante una película con más
matices de “Una nueva esperanza” que a los de la segunda trilogía (del episodio
I al III). La estructura guarda bastante similitud, aunque añadiendo nuevos
condimentos. Así, “El despertar de la Fuerza” posee una identidad propia que
combina una nueva generación con guiños de sus antecesoras directas.
Podemos ver cómo esta vez una chatarrera (Rey) se convierte
en uno de los principales personajes –dando un equilibrio al poner a una
protagonista femenina-. Además, un stoormtropper desertor (Finn) toma
protagonismo junto a una nueva unidad robótica, BB-8. Adorable desde el minuto
uno, BB-8 es real y se siente como real, han logrado que sea algo auténtico,
que tenga personalidad, que tenga incluso sentimientos, y que rivalice con
R2-D2 por ser el robot más adorable de la galaxia. Cierto que R2-D2 siempre
será R2-D2, pero BB-8 conquista al espectador desde su primera aparición. Sus
movimientos, gestos y sonidos le hacen real, algo difícil de conseguir en un
robot. Con R2-D2, que tampoco “hablaba”, se consiguió lo mismo. Y ahora han
repetido el mecanismo llevándolo a otro nivel. Es, sin duda, uno de los
aciertos de El Despertar de la Fuerza, además del producto estrella del
merchandising de Star Wars para estas navidades. Yo me he pedido uno para reyes, jejeje
Las sólidas actuaciones de Daisy Ridley y John Boyega,
respectivamente, permiten que estos personajes encajen rápidamente en la
historia. A ello se suma la aparición de íconos de la saga como Han Solo
(Harrison Ford) o la General Organa (Carrie Fisher). Inevitablemente, la nostalgia
sale a flote con ver a estos personajes y cómo han cambiado a lo largo de tres
décadas.
Y si del lado de la Fuerza tenemos a los mencionados
personajes, en el lado oscuro son dos los que llaman la atención: Kylo Ren, el
nuevo Darth Vader, y Snoke, el líder supremo de la Primera Orden. La primera
aparición de Kylo Ren (Adam Driver) en Jakku no decepciona. Aunque yo soy más
del lado de los Jedi, tengo que reconocer que el personaje de Kylo Ren es
sencillamente fantástico. Quizás su presencia no transmita la misma sensación
de temor que Darth Vader, pero a mí como villano no me defrauda. Soy un gran fan
de Kylo Ren. Es poderoso y cruel, aunque también es humanizado. Su conflicto es
trabajado notablemente en esta película y termina liberándose de este en una
escena memorable, que aunque ya han pasado días del estreno, no voy ni a
mencionar, pues es mejor no saber nada para lograr el efecto emotivo apropiado.
“El despertar de la Fuerza” me enganchó desde el comienzo al
fin. Y no solo por la trama, sino también por la banda sonora del filme, que
nos deleita con las composiciones del múltiple ganador del Óscar, John
Williams. Además, la última escena sienta los cimientos para el episodio VIII,
en un gran cliffhanger de esta saga.
Si tengo que escoger alguna cosa que no me gustó, quizá sea
la misma trama. Quizá me suene a demasiado familiar. La mayoría de situaciones
propuestas en su libreto son difícilmente distinguibles de las vistas en las
primeras entregas. Puede que ese sea el mayor defecto de la cinta, pero a la
vez es su gran virtud, ya que el hecho que se parezca al episodio IV ha logrado
rescatar a una saga que parecía no tener futuro. Ya habrá tiempo para riesgos,
porque lo que pretendía la cinta lo ha conseguido con creces: Devolver el
equilibrio a la Fuerza.
Feliz año nuevo y que la fuerza os acompañe
Hociquitos Jedi y os dejo con el tráiler.
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